martes, noviembre 18, 2008

Ciao bella

Dejo de escribir en este blog. A mi juicio lo más importante ya lo dije en el primer texto, El camino del hombre. Hasta la vista. No somos más que evolución, todo pasa. Nuestras trifulcas domésticas carecen de futuro. O humanidad o muerte. Nuestro nuevo medio es el espacio, la gravedad cero. Y habrá más.

viernes, octubre 03, 2008

Ojo con la autoridad que se insuflan los adultos respecto de los recién llegados

A los 16 años, justo antes de comenzar tercero de bachillerato, sentía curiosidad por empezar las clases de Filosofía. Quería saber de qué hablaban los filósofos. Me pareció interesante y curiosa la forma de entender la vida o vivirla de algunos, pero me defraudó sobremanera comprobar la importancia que se le otorgaba a Platón y su mito de las cavernas. Me decepcionó observar que, casualmente, el cristianismo y el platonismo tuvieran un denominador común tan crucial como la existencia de un mundo perfecto ajeno al nuestro. Precisamente, ansiaba conocer puntos de vista diferentes al del cristianismo en lo que se refiere a la existencia. Debido a mi sorpresa por la coincidencia el profesor de filosofía me explicó entonces que el cristianismo bebió del platonismo. Mis dudas y sospechas sobre el cristianismo ni menguaron ni aumentaron. Mi semilla ateo/agnóstica provenía de años atrás. Fui educado de niño en un colegio confesional. La religión estuvo presente (no omnipresente) durante toda mi infancia. Fue en aquellos momentos iniciales y claves de mi construcción personal, cuando nos explicaban parábolas, cuando demonizaban otras religiones y excluían a los fieles de otras confesiones de la salvación, cuando hablaban de limbo, de cielo, de castigo eterno y/o de milagros, fue entonces -digo- cuando ya me asaltaba en la mente la idea: "¿Y si no es verdad lo que me explican?" Razones para pensar así no me faltaban, como es lógico. Sólo una me hacía recular, a saber: cómo iba a ser posible que los adultos se equivocaran, que personas mayores, hechas y derechas, vivieran en ese error durante tantos años; por lo demás, no podían engañarme en algo así, me decía a mi mismo. Quizás, una mayor seguridad en mí hubiera bastado para ya entonces haberme enmendado del error. De todos modos, ¿cómo iba a pensar que aquellas personas, mis maestros -por entones se les respetaba y la profesión disfrutaba de cierto prestigio social-, me explicaban aquello porque precisamente, como bien había juzgado con apenas 10 años, se lo creían y vivían en un error? (Ya de... adulto he comprobado como también existen los que mienten a sabiendas) .

martes, septiembre 23, 2008

Contra la mota de polvo

La historia es aquello que nos cuentan unas personas sobre el pasado. Nos relatan su punto de vista. Porque la Historia es un conjunto de hechos objetivos imposibles de tomar tal cual, sin subjetivarlos, al igual que sucede con nuestro presente (ahí tenemos como ejemplo la subjetividad de los medios de comunicación). En esta historia, además, no caben la mayoría de acontecimientos, que han jugado un papel clave en la formación del presente y a los que, sin embargo, se les atribuye un papel ínfimo, cuando no superfluo. Si algo hubiéramos modificado de nuestro pasado, por pequeño que fuera, desconocemos qué cambios habría en la actualidad, y si serían como los que ahora consideramos de calado, o bien como los mal llamados superfluos. Digo mal llamados superfluos porque, precisamente, éstos conforman las miríadas de variables no tomadas en consideración que han desembocado en nuestro presente (cada uno el suyo). Para explicar la Historia habría que vivirla de nuevo y para ello necesitaríamos infinidad de eones, pues tendríamos que sentirla desde los ojos de trillones de existencias pasadas. Y aún así…

Nadie puede asegurar que su existencia/paso sea una mota de polvo.

El humano, más que ser, pasa. Nuestras construcciones soportan mejor el paso del tiempo, aunque finalmente acaben pereciendo (sólo genes y especie ganan la partida a nuestras edificaciones físicas o intelectuales). Llegamos a la Historia, agitamos brazos y piernas, gritamos, acusamos, decimos: “¡Pardillos, así no!”. Total, la cagamos, como el que más, y nos marchamos, la nada nos llega a todos. Pese a todo, prefiero pasar como humano a ser pirámide. ¿Seguro?

domingo, septiembre 21, 2008

A mis descendientes

Pero no a mis descendientes inmediatos, sino a los que nacerán allá por el 3000, año arriba, año abajo. Os escribo desde las profundidades de este océano de aire por el que la humanidad ahora se arrastra. Si recibís la misiva, ¡hola a todos!, seres no humanos.

En este nuestro siglo lo que importa es el dinero y ser útil. ¿Que qué se entiende por ser útil? A la sociedad, se entiende (como decía Nietzsche). Tanto haces tanto vales. Si antes eras alguien por la cuna, ahora lo eres por lo que produces. Mejor si trabajas en una empresa de prestigio. Mejor si dices que procedes de Nueva York que no de Rabat. La marca manda.

La publicidad, que es el arte de finales del siglo XX y principios del XXI (aunque hoy día no se vea como tal), mantiene el sistema. ¡Oh, gracias señor, bueno señora! Sin ella, se derrumbaría. ¿Y qué nos esperaría? ¿La selva? Eso es lo que quieren que pensemos quienes detentan el poder desde la Revolución francesa, el empresariado. Lógico, no quieren perder el poder arrebatado a los de alto abolengo.

A nosotros -no sé a ustedes- que somos unos bichos que se arrastran por el barro, sin otra obligación biológica que comer, dormir, reír y sexar, nos imponen horarios, nos imponen leyes, ya morales ya éticas. ¡Pero si sólo queremos bailar! Deseo que su quiero se haya impuesto a su debo, y/o que éste sea su quiero. Que su quiero sea evolucionar.

jueves, septiembre 04, 2008

¿Por qué el ateo no se ha vuelto salvaje?

Si no hay sentido metafísico, ¿por qué el ateo contribuye al “bienestar social”? ¿Por la rectitud moral heredada de su antigua religión? Posiblemente. ¿Porque ha cambiado de valores? Pero, entonces, ¿cuáles son éstos? Por supuesto, vivir para mejorar la sociedad parece continuar siendo uno de ellos. De lo contrario, otro gallo cantaría. Pero ¿por qué desea contribuir al “bien” de la sociedad si no le reporta nada? ¿Busca reconocimiento y dinero para pasar de la mejor manera posible su estancia en el mundo? Posiblemente. ¿Por solidaridad? ¡Ja! ¿Porque aún no se ha desprendido de la sombra del cristianismo? Posiblemente. [Un cristiano esperaba su recompensa, su cielo, tras este valle de lágrimas. ¿Qué espera el ateo? ¿Se siente bien cuando hace lo que considera bien? ¿Tiene importancia sentirse bien? No tiene por qué. Porque siente como crece su orgullo cuando hace el supuesto bien, al saber que todos aplaudirían su acción; pero si comprende esto, podría acabar por sentirse mal. Su exreligión no le deja margen: forma parte de los cimientos de la personalidad y es difícil sustituir sus valores, manera y costumbres de la noche a la mañana. No debe ser “malo”, aunque sepa que no tiene más remedio ni importancia, que no le queda otra: cómo luchar contra la naturaleza si somos naturaleza] ¿Qué quiere un ateo de moral intachable si no va a ver el mundo que pueda imaginar, si esto es lo que anhela, si es la causa por la que no torna a la anarquía? Contribuir a su tendencia. Mutar el sentido metafísico por otro físico, biológico y/o social; en fin, pedestre, que no es poco. Nota: Hablo de ateo con rectitud moral porque el ateo práctico (como también la mayoría de cristianos) vive y punto. No tienen los problemas del ateo con rectitud moral. Y si los tienen les duran lo mismo que el pensamiento de tener que bajar a por el pan. Así ha de vivirse. Si uno y otro no actúan de modo salvaje es porque no les conviene: miedo a la cárcel, por ejemplo.

lunes, agosto 25, 2008

Obama muestra sus cartas

Obama ha pretendido aparentar franqueza al poner a su lado a un tipo con más experiencia. (Es muy probable que haya optado por Biden tan sólo por mitigar las retóricas a su falta de experiencia, en vez de combatirlas sin miedo). Sin embargo, esta aparente sinceridad podría costarle cara. Si ha apostado por el “yes, we can”, debería haberlo llevado hasta sus últimas consecuencias. Que mejor para ello que haberse aliado con Hillary Clinton. ¡Menudo tándem: negro y de apellido Hussein unido a una mujer como candidata a la vicepresidencia! Si los americanos hubieran optado por tal dúo, se habría demostrado una voluntad feroz de cambio, al menos, por parte del pueblo. Mientras tanto, John Mc Cain trabaja como una hormiguita, sin ver demasiado la luz y sin prisa pero sin pausa.

viernes, agosto 22, 2008

El silencio de los deportistas no oculta la ignominia china

A principios de estos juegos se amenazó a los deportistas con volver a casa si protestaban públicamente contra la represión china. Ya saben: aquello de no mezclar deporte y política. Claro, cuando interesa. No es lo mismo boicotear a la URSS o a EUA, en plena guerra fría, y en función de los contendientes, que a China, potencia emergente que a todos nos interesa tener contenta.

Sea como sea, de todos es sabido como las autoridades chinas pisotean una y otra vez los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Y que nadie en los Juegos alce la voz en contra no significa que las represiones no existan. Tampoco que las olvidemos o ignoremos. Del mismo modo, por mucho que EUA vaya de abanderado de la democracia y la libertad, a nadie se le escapa que es la mayor causante de desastres, guerras y muertes en la actualidad.

lunes, agosto 04, 2008

Obama no es Kerry pero…

Obama, el candidato virtual (¡ah, menuda palabreja!) demócrata a la presidencia de Estados Unidos, no es John Kerry pero Estados Unidos tampoco es Europa. Por mucho que haya triunfado en su gira por el viejo continente, por mucho que a los europeos se nos antoje como el presidente del cambio, como el “elegido” –muy acertado el contraataque de su rival republicano-, eso no significa que ya sea ganador, lógicamente. Al igual que pasó con Kerry, cuando los norteamericanos decidieron al margen de los deseos europeos, esta vez ocurrirá ídem de ídem. No significa que Obama no tenga posibilidades, sino que el fervor de Europa por su candidatura no sólo no le favorece en su país de cara a los comicios de noviembre sino que incluso -y quizás- le puede perjudicar. Es más, me parece que EUA actuará con indiferencia total hacia las posturas europeas, lo que resulta más doloroso para el otrora jefe de la comunidad internacional. Porque Europa hace mucho que no pinta nada en el panorama internacional. Por otro lado, el imperio no va a dejar de serlo con Obama. Leones por corderos. ¿Qué prefieren?

sábado, agosto 02, 2008

¿Condenados?

A menudo nos planteamos si la sociedad evoluciona o involuciona, si se aboca a la destrucción o, por el contrario, mejora. En principio, cualquiera en su fuero interno sostiene que la época en la que vive es mejor en casi todos los sentidos a las anteriores: vivimos mejor en el orto del siglo XXI que no a principios de nuestra era. Cuando así se argumenta, hay quienes aducen que pese a los progresos respecto a edades antiguas queda por arreglar mucho de la sociedad: problemas atávicos más nuevos retos.

Guerras ha habido siempre. Cuando vivíamos en cuevas las propias entre tribus, o entre sus miembros, debido a la escasez de recursos, por ejemplo. En el amanecer de las civilizaciones, las luchas se organizaron y sus causas se complicaron de forma aparente, pues no eran más que una versión evolucionada de la escasez de recursos. El número de víctimas aumentó en consonancia al avance tecnológico y demográfico hasta arribar a la devastación que hoy conocemos: 40 millones de muertos en la segunda guerra mundial. No sólo por guerras mueren o se hieren a personas: hambre y enfermedades provocan estragos en los pobres. Las desigualdades entre los países ricos y los pobres pasaron de 1 a 3, antes de la Revolución Industrial, a 1 a 40, en la actualidad, en los casos más graves.

El planteamiento del principio de este texto se torna insostenible. Nos hacen creer que vivimos mejor que nunca, que la seguridad y la justicia de ahora nos protegen a nosotros y nuestras familias como nunca. ¡Qué peligroso habría sido vivir como animales en grutas o haber compartido el suelo con romanos o caballeros del medievo! Ya no me lo creo. El sistema necesita carnaza: trabaja, consume, como hormiga que eres. Vive con miedo.

En tribu, lo teníamos todo ganado. ¿Peleábamos por un trozo de carne? A lo mejor ni eso. Quizás cooperábamos más de lo que algunos creen o nos cuentan. ¿Y si en vez de evolucionar, involucionamos? No hemos hecho otra cosa que agrandar el dolor, el hambre y la muerte, sobre todo, en el último siglo. No es, por tanto, que quede mucho por arreglar, que a cada paso que demos empequeñezcamos un problema o lo eliminemos, no, sino que a cada paso que damos la cagamos, agrandamos los problemas y creamos nuevos.

domingo, julio 20, 2008

Cuando apostaté

Hace unos años me di de baja de la Iglesia Católica. No fue por los continuos dislates que sus miembros de más alta alcurnia profieren en los medios, sino porque como hacía tiempo que había dejado de creer en lo que predican me pareció conveniente abandonar la tribu. Para apostatar necesitan, apuntan desde la cúpula eclesiástica, una copia de tu partida de bautismo, una fotocopia de DNI y una solicitud. Así lo hice. Al no tener la partida de bautismo, me dirigí a la parroquia donde fui bautizado a pedirla. Cuando el sacerdote de turno me inquirió por los motivos y averiguó la razón quiso retenerme en el rebaño. Pero le dije que no tenía ganas de discutir, que la decisión estaba tomada. Recuerdo que a partir de ese momento, el clérigo, sin prisa pero sin pausa y en absoluto silencio, copió a mano mi partida de bautismo y me la entregó. Le di las gracias y me pidió un favor. “¿Cuál?”, le pregunté. Que si podía rezar por mi alma, me contestó. “Usted es libre”, le repliqué. El hombre no renunció a usar la táctica del miedo para intentar revocar mi decisión. En vano. Envié la carta con la copia de la partida del sacramento, la fotocopia del documento de identidad y la solicitud en la que reclamaba que me dieran de baja a todos los efectos de la Iglesia Católica. Al cabo de un mes, día arriba, día abajo, el obispado de Barcelona me respondió con una escueta misiva en la que se me informaba que mis deseos se habían cumplido.

En la época en la que oficialicé mi apostasía estaba enfadado con la Iglesia. No concebía que hubiera personas que engañaran en tales cuestiones a sabiendas de que engañaban. Los veía muy malos, los mayores prevaricadores de occidente. Ahora, ha cambiado mi opinión, ya no me enfado tanto. No veo a todos sus dirigentes como unos gazmoños, aunque sí a muchos. Es que, ustedes me perdonaran, pero la bilis en las caras de Ratzinger y Rouco no tiene precio.

lunes, julio 14, 2008

A disgusto

Medio mundo se muere de hambre porque no tiene comida y el otro medio, por adelgazar
Pintada anónima en una calle de Barcelona


La llamada directiva de la vergüenza, la persecución de los "sin papeles" aquí, Torre Pacheco (Murcia), y en Italia, los que mueren en el mar y el océano -sí, entran más extranjeros por avión o tren, pero es en las pateras en las que mueren como churros-, las 65 horas de curro -otra directiva de la vergüenza-, Corbacho propone la prolongación de la vida laboral, la segregación de los niños inmigrantes en las escuelas catalanas -eso sí, los ricos no-, muros por doquier -Ceuta, Melilla, EUA-México, Israel-, el posible deshielo por vez primera del polo norte para este verano, la marginación de fuentes de energía que no contaminan y que harían las veces de los combustibles fósiles -sociedad de consumo: agotemos primero el mercado petrolífero; con impuestos de hasta el 90%-, la deforestación, la corrupción de las autoridades -políticos con sueldos de crisis-, invenciones variopintas como la Unión por el Mediterráneo que sólo generarán más gasto público para con los de siempre -se entiende: dietas de viajecitos para arriba y para abajo-, cae la ayuda al desarrollo mundial de la agricultura mientras el proteccionismo para este sector en Occidente ronda los 240.000 millones de euros, según Intermón Oxfam, el G8, en plena crisis alimentaria, se olvida de las ayudas que había prometido hace unos años -promesas, al fin y al cabo, no hechos- y de cancelar la deuda externa a los 18 países más pobres, conflictos palestinados -Palestina, Irak, Irán, Afganistán, Colombia, Líbano... Guantánamos, y los que ignoramos porque no interesan aquí-. Añadir más cada cual a su (dis)gusto.

Dieciséis horas tuvimos
que caminar, y todo
el tiempo estuvimos
maniatados.
Todos queríamos
vaciar la vejiga, pero
hasta ese derecho nos
negaron.
Extracto de un poema de Mohamed el-Ghrani, preso de Guantánamo.

Y pensar que el mundo es como es por Europa. Pero en fin, ¡vayámonos de vaciones que hay crisis!

viernes, junio 27, 2008

La inocuidad de los móviles

Es interesante el vídeo, pero lo he probado y ninguna palomita ha saltado. Ignoro si a alguien le ha salido el experimento como aparece en las imágenes.

lunes, junio 23, 2008

Goles contra la crisis

Según los medios, España está en crisis. Qué mejor manera de hacer olvidar al pueblo la crisis, que la selección española pase de cuartos en la Eurocopa, como si nunca lo hubiera conseguido. Anoche parecía, más bien, a tenor de la celebración de los aficionados, que el equipo de Aragonés ya hubiera conquistado el título del susodicho torneo. Por las afueras de la ciudad de Barcelona, donde vivo, los petardos no pararon en 15 o 20 minutos. Me pregunté si la verbena de San Juan se había adelantado. No sé si habrían estallado más pirotécnicos si Italia hubiera enviado a casa a España. (Ya se sabe que en Cataluña no todo el mundo está con el "Po-de-mos", lema inventado por el canal Cuatro para hacerse con el máximo posible de audiencia, ni con la selección, por supuesto).

A lo que iba, que, a tenor de la celebración y la explosión de adrenalina, no me creo ya que vivamos inmersos en una crisis. Si un simple paso de cuartos hace estallar tal euforia, o no estamos en crisis o no estamos en crisis. O... pasar de cuartos cura la crisis. Si es así, que ganen cuanto antes la final, a ver si así suben los sueldos, por ejemplo, y bajan el precio de los pisos. (Eso sí que son unas crisis que duran ya años y años, por lo poco).

Y que no me vengan conque, precisamente, el paso de cuartos significa una alegría que la crisis hace quintuplicar por contraste, o algo así. No, si hay crisis, hay carestía y me importa un bledo que España gane o pierda. Lo que ocurre es que a lo que llamamos crisis hay que situarlo en su contexto. Porque quienes han vivido en la posguerra española se ríen de la ligereza con la que hoy día se hace uso de esta palabra.

A que la gente se recate un poco le llamamos crisis. Cómo iba la Ronda de dalt el viernes pasado, la víspera del inicio del puente de san Juan. ¿Dónde está la crisis? ¿Cómo han estado las playas este primer fin de semana con sol?

Todo, por los constructores, que ya no venden tanto como hace un año, ni a tan elevados precios, y encima piden ayudas al gobierno, cuando han robado durante años impunemente y lo continúan haciendo. Lo de elevados precios es un decir. Si el metro cuadrado llegó a ir en Barcelona a una media de 6000 euros, ahora puedes encontrar pisos de 70 metros a una media de 300.000 euros, justo lo que hace un par de años te costaba de media uno de 50 metros cuadrados. ¡Vaya ganga!

En fin, a seguir viendo fútbol, el nuevo opio del pueblo.

jueves, junio 12, 2008

La inteligencia

La inteligencia es una capacidad de la existencia para conseguir un objetivo a través de unas estrategias. No atañe sólo al ser vivo, ni mucho menos al autoconsciente, sino a la existencia. La inteligencia está. Es. Será más o menos inteligente, más o menos aguda, en función del tiempo que tarde en alcanzar la meta propuesta. A no ser que, precisamente, la tardanza sea también propósito. Por lo demás, fijar el objetivo es muy subjetivo.

¿La evolución es inteligente, según esta definición? Me temo que sí, pero poco inteligente, aunque no mucho menos que nosotros, los autoconscientes. La evolución tiene un objeto: sobrevivir. Y se sirve de un método, ensayo-error, conjugado con la presión que ejerce el medio sobre el ser concreto (y con los cambios genéticos, en el caso de los seres vivos) para evolucionar.

Ahora bien, la inteligencia evoluciona con la evolución: al igual que la existencia se torna más compleja y los seres vivos hacen lo propio, la inteligencia adquiere otras facultades que facilitan el objetivo de la evolución: sobrevivir. (Sin embargo, ¿quién es más inteligente: un humano que ha evolucionado o una célula que lleva 500 millones de años “felizmente” adaptada, sin evolución alguna? ¿Quién ha conseguido mejor su propósito? Todo depende de saber a dónde llegaremos nosotros, cosa que ahora mismo, por motivos obvios, no estamos en condiciones de conocer, y quien sabe si alguna vez).

A lo que iba. La inteligencia a lo largo de su camino ha adquirido diferentes facultades. Una es la ya mencionada ensayo-error, otra la capacidad de asociación (aunque pertenece más al rango de ensoñación), otra la de razonar (cuando el ser despertó a la vida y conciencia entendió el axioma causa-efecto y se guió por él), otra la de reflexionar o recapacitar (censurar), otra la de imaginar (ya propia, quizás, de los autoconscientes) y otra la de moralizar (llámese moral, llámese ética).

Asociamos a una velocidad vertiginosa. La mente habrá recorrido en tres segundos un trecho que explicado con la palabra desembrollaremos en minutos. Más, si pormenorizamos los enlaces y la imágenes que evoca el cerebro. Hacer conscientes estas asociaciones abre la persona a su propio conocimiento. Frenar el flujo de asociaciones hasta detenerlo y dirigir nuestros pensamientos de forma consciente constituye el razonar, aunque el razonamiento sea correcto o incorrecto. Censurar un razonamiento, reflexionar. Trabajar con hipótesis, imaginar…

¿En qué medida es una persona inteligente? ¿En qué medida lo es la humanidad? A veces, se oye decir que tal o cual tipo es inteligente. Por esto entiendo que consigue por un camino deseado lo que desea. No hay que engañarse ante personas que parecen actuar de forma estúpida porque, aunque los haya, y a montones, la inteligencia depende de una finalidad y la finalidad puede ser tanto el fin como el método, y si ignoramos ambos desconocemos todo lo necesario para juzgar un proceder y menos una persona (aún sería esto peor, pues generalizaríamos, con el peligro que eso conlleva).

Por lo que se refiere a la segunda cuestión, definitivamente no. Si en este mundo hay personas que mueren de hambre es que a la humanidad aún le falta alguna otra capacidad para poseer inteligencia. Y ésta es la moral, no conseguida hasta ahora porque, como decía Nietzsche, hay tantos intereses como personas. Mientras la conciencia de especie no adquiera rango vital, malo. (Al igual que las matanzas de los españoles en la conquista de América del sur, de los ingleses en la del Norte, que la expoliación de África por parte de los europeos, que el exterminio judío, al igual que todos estos fracasos, la muerte de congéneres hoy día por guerras, enfermedades y hambre debe achacarse a un fallo de la inteligencia, no a un pueblo, sino a la humanidad entera).

Vuelvo ahora al principio. Fijar el método y el objetivo, ambos como finalidad, es subjetivo. No puede ser de otra forma. Quiero hacer “X”. Se sobreentiende que lo quiero cuanto antes y que “X” o me conviene o, simplemente, es lo que deseo hacer. Si sólo deseo hacer no tiene por qué ser un movimiento inteligente. Habrá que dilucidar, entonces, si nos conviene (por lo que sea, al margen de que nos produzca placer o displacer o precisamente por ello) o no nos conviene (por lo que sea, al margen de que nos produzca placer o displacer o precisamente por ello). [Quiero hacer “X” mira a uno mismo, sin importar daños a terceros. Quiero hacer “X” matizado, manipulado o substituido por la pregunta ¿debo hacerlo? escruta si habrá daños a terceros y le obliga a reflexionar, a censurar su acción si esos males finalmente repercuten en algún perjuicio a sí mismo (en la conciencia moral o ética -a galeras-: en el 99% de ambos casos, el deseo atenazado por el miedo, el miedo que proviene de los terceros): diferencia entre libertad (hacer caso siempre a un deseo hipotecado por el miedo del debo) y el libertinaje (guiarnos sólo por las riendas del quiero, por nuestro único beneficio sin importarnos lo más mínimo perjuicios ajenos)].

Así que la pregunta final para dilucidar si el objetivo es inteligente en sí es: ¿lo que quiero conseguir me reportará el beneficio que busco y no me perjudicará en absoluto en la búsqueda del mismo fin, me conviene, por tanto? Aún cabría ampliar la cuestión a un nivel general, de especie: ¿lo que quiero, además de beneficiarme, perjudica al prójimo, le deja indiferente o le beneficia? En el equilibrio está la virtud, ¿no? Si miras por ti, en algún momento perjudicas al prójimo; si miras por el otro, te perjudicas a ti; mirar por ambos es difícil. No hay más discusión. De esto se habla mucho en la Gaya ciencia (de la utilidad, siempre entendida para otros, no para ti, aunque -digo yo- serle útil a la sociedad también pueda comportar serte útil a ti).

*

El quiero y el debo siempre están en lucha. Unas veces gana uno, otras el otro, y otras, las que más, se confunden. Porque cuando nos guiamos por el quiero, éste se convierte en debo con suma facilidad. Tal ambivalencia se debe a que no somos animales salvajes, sino civilizados (subyugados por uno que manda, que establece normas -su moral- so pena de castigo) civilizados, digo, que estamos acostumbrados a aprender con repetición y disciplina esas normas: debo, he de, tengo que. Así, por costumbre cuando quiero acabo muchas veces debiendo. Por costumbre y porque el quiero de verdad, es salvaje, caótico, y tenemos miedo a ese caos porque nos hemos acostumbrado al orden, a esa disciplina, a la tranquilidad. Justamente lo que necesita el capitalismo para medrar (pero no sólo el capitalismo moderno, el que nació a partir de la colonización europea, sino el de siempre, el que apareció con la razón, la autoconciencia y la moral): su orden y su disciplina.

El debo viene dado por una educación que intenta homogeneizarnos más de lo que ya lo estamos de por sí (mismas condiciones físicas, medioambientales, biológicas, históricas, nacionales …) Cada líder impone su debo. Cada individuo se zafa, y no siempre quiere o puede, mediante su quiero. Para que la humanidad sea inteligente, debo y quiero han de coincidir. Con un han de salvaje, es decir, un quiero universal, innato a todo ser como animal que es. ¿Es esto posible? ¿Existe uno o varios valores capaces de aunar a la humanidad que surjan de cada individuo de forma natural? Es decir, ¿hay un debo que sea un quiero? Sí.

La supervivencia. La especie busca sobrevivir. El individuo, en general, también. Al principio del texto, decía que la evolución es inteligente, pues busca la supervivencia, algo beneficioso para todos los seres humanos. ¿Los grupos sociales -países, por ejemplo- son inteligentes como para comprender eso? ¿Para querer eso? ¿Para querer continuar la evolución? Probablemente, no, porque en vez de fortalecerse sumando el quiero individual (supervivencia) al de la especie (supervivencia), topan entre sí: diferentes supervivencias topando entre sí provocan la aniquilación, principalmente (se toma a los países por individuos). Pero es que, en nuestros tiempos, esta aniquilación comienza a ser problemática para la supervivencia de la especie. ¿No nos deberíamos dar cuenta ya de que hay que poner toda la carne en el asador, de que ha llegado el momento de verter todo nuestro ser hacia ese quiero de la especie y, en vez de sólo competir, cooperar?

¿Quién será más inteligente la célula que vive "felizmente" adaptada desde hace 500 millones de años o nosotros? Sólo depende de nosotros. No hay más variables (a menos que una catástrofe natural acabe con todos los humanos).

Claro que, aunque ahora, de golpe y porrazo, el mundo se concienciara, cabría preguntarse, ¿cómo poner toda la carne en el asador? (¡Ojo!: el valor común al mayor número de personas en esta sociedad es el dinero, o, más aún, la comodidad y seguridad: seguramente no erramos cuando confundimos dinero y supervivencia).

viernes, mayo 30, 2008

Pepe busca su suerte

Pepe (PP) tiene suerte. Mejor dicho, sabe buscarla. Si hubiera padecido su actual crisis justo antes de una elecciones generales... no la habría padecido. Porque Pepe sabe cuándo sufrir sus crisis. Según el CIS, el PSOE aventaja al Pepe el doble en intención de voto que la distancia que alejaba a ambos contrincantes en las generales del 9 de marzo. Para ello, Pepe baja y PSOE se mantiene. El trabajo de campo de la susodicha encuesta se llevó a cabo a finales de abril, cuando la dirección nacional de Pepe empezaba a zozobrar.

Mientras tanto, al PSOE le va a las mil maravillas. Tejen y destejen a sus anchas y aun se permiten el lujo de dar un toque de atención al Pepe para que abandone sus luchas internas y se meta en el papel que le ha tocado (ahora sólo en manos de la prensa -¡estamos salvados, pues!). Pues el PSOE que no se duerma, porque no ha subido y que no crea que los votantes defraudados por la crisis de Pepe optasen por ellos. Los peperos son fieles. Como mucho, se abstendrían.

[No creo -¡qué desgracia!- que esta crisis degenere en un desgarre interno tal que finalice con una escisión de Pepe, aunque si continúan los batacazos a la larga todo se andará. Así mueren y nacen partidos.]

Tribu aislada

¡Ojito! Resulta que existen otros seres diferentes a nosotros. Debemos protegernos de ellos, en especial, de los sentineleses -que parecen muy agresivos-, pero también de otra tribu que han fotografiado hace poco en la selva amazónica, entre Brasil y Perú, y de otra más en la jungla peruana. Si permitimos el contacto pereceremos. Mejor que no nos vuelvan a ver, que se imaginen que somos dioses o, mejor aún, demonios. Sólo así estaremos a salvo de su influencia vil. ¡Pueblo civilizado, aguzad los oídos y la vista, alerta!

lunes, mayo 26, 2008

¿Por qué interesa Marte?

Marte interesa desde tiempos inmemoriales. Antes de que la humanidad conociera que entre este planeta y la Tierra existen ciertas similitudes, nuestros antepasados ya habían mostrado admiración por el astro. Quizás, por su movimiento retrógrado. Quizás por su color bermellón. Lo desconocido nos atrae y tendemos a explorarlo. Hoy día esta devoción no ha menguado, sino lo contrario. Más que nada -presumo- por las expectativas depositadas en la posibilidad de que Marte albergue vida.

Este extremo no es una idea peregrina. La sonda norteamericana Phoenix, que acaba de aterrizar en el planeta, busca vida primitiva. Y no es la primera. Hace unos 30 años, las también norteamericanas Viking I y II analizaron muestras de la superficie marciana para determinar si había vida. El resultado de los experimentos dio positivo. Sí, como lo leéis, po-si-ti-vo. Sin embargo, al poco, los científicos interpretaron que las pruebas no podían concluir la existencia de vida porque, sencillamente, habían estado mal diseñadas. Esos mismos resultados, argumentaron, podían obtenerse con muestras exentas de vida. Por lo tanto, estimaron prudente no precipitarse en la proclamación de que en Marte hubiera vida.

Como he dicho, la sonda Phoenix busca también vida. Esperemos que tres décadas y los fallos de diseño de las Viking hayan servido para algo. Que luego no nos vengan con “es que…” o “pero…” No obstante, peligros hay. Las naves que amartizaron hace años, sobre todo las rusas, se posaron sobre el planeta "contaminadas" con vida de la Tierra. Hay quien dice que ésta ya se podría haber extendido por el planeta vecino. De hecho, muchos expertos se dedican a discernir qué vida sería marciana y qué terrícola (inmigrada) en el hipotético caso de que se hallara.

Sea como fuere -y aunque, como dijo creo que Carl Sagan, a grandes verdades grandes demostraciones-, apuesto a que en Marte hay vida. Y vida no proveniente de la Tierra. Más que nada que donde hay agua hay vida. Y en Marte es casi seguro que hay de la primera. (Y ello sin discutir si hay actividad biológica de otro tipo; me refiero a una de tipo exótica; no debemos olvidar los organismos llamados extremófilos encontrados en la Tierra). También es probable que Titán -luna de Saturno- y Europa -de Júpiter- contengan océanos de agua en su interior y, por lo tanto, vida. Todo hipótesis, claro.

Cuando las tentativas de las Viking, se dijo que el método más riguroso para comprobar si hay vida en Marte sería excavando en su superficie. Precisamente, una pala mecánica de la Phoenix perforará hasta medio metro de profundidad. Aún y con eso, la mejor forma -apuntó Pascal Lee, que dirige un programa en una isla del ártico para observar cómo afectará el día a día a un astronauta de Marte- será traer muestras o trasladar cosmonautas, ya que aunque estos experimentos den de nuevo positivo, es posible que se pongan en tela de juicio, pues siempre existe alguna variable que se puede escapar.

A parte de la búsqueda de vida extraterrestre -noticia que abriría periódicos y telenoticiarios de todo el mundo, como es lógico-, con la exploración de Marte también se anhela una meta más pedestre: la del dinero. No en vano, oí una vez que la publicidad del primer viaje tripulado al planeta rojo sufragaría los costes de la odisea. Si nada lo impide, y la tecnología tarde o temprano superará todas las dificultades, el ser humano colonizará Marte en breve. (Dicho sea de paso, me gustaría ver llegar las primeras avanzadillas). Dudo mucho que se declare a Marte algo así como planeta virgen, a lo Antártida. Entre otras cosas, porque aunque el comercio al principio no saldrá a cuenta, las colonias humanas deberán explotar al máximo los recursos naturales que el planeta les prodigue.

PD: Es muy probable que al poco de arribar algunos decidan quedarse de forma permanente. De forma inevitable, en varias generaciones los humanos marcianos generarán mutaciones diferentes a las de los humanos terrícolas. Pronto (es un decir, no sé cuánto) la especies divergirán. Pensar, simplemente, que la fuerza de la gravedad de Marte difiere mucho de la de la Tierra. Y los organismos nos adaptamos a nuestro medio.

PDD: En las primeras fotos que la NASA ha divulgado después del descenso de la Phoenix parece como que la sonda se haya posado sobre lo que antaño fuera un lecho lacustre o marino.

sábado, mayo 24, 2008

¿Stop bullying? Prediquemos con el ejemplo

En el bullying, intervienen aparte del agresor y la víctima los comparsas, es decir, aquellos que no agraden pero que con su connivencia, silencio y abrigo al agresor facilitan que el maltrato continúe. En parte, lo hacen para no ser marginados del rebaño o víctimas del agresor. Desconocen que, en ocasiones, un pequeño gesto puede hacer que las cosas cambien. Desde una amonestación sencilla al acosador, como “eso que le haces a menganito no me gusta” (sopesando sus probabilidades de éxito) hasta la denuncia a un adulto (haciéndole entender que no es un chivato, si no que con su acción protege los derechos fundamentales de las personas). Los testigos del bullying acostumbran a justificarse a sí mismos con frases tales como “eso no va conmigo”. Nada más lejos de la realidad. Hay que informarles de que si insisten en su tolerancia corren el riesgo de convertirse en agresores: banalizan la violencia a fuerza de contemplarla y comprobar que nada le ocurre al agresor.

El miedo y la cobardía provocan estragos en todos los estratos sociales y a todos los niveles. Estamos hartos de ver por la tele y leer en la prensa conflictos aquí y acullá. De tantos que nos muestran nuestro cerebro se acostumbra. Devastaciones debido a la guerra, al hambre y la miseria son el pan nuestro de cada día, y aunque el mundo no sea como lo muestran los medios, esos conflictos existen y los medios, en ese sentido, no dejan de exponerlos y tratar de concienciarnos. Resignación. Eso es lo que hacemos. Justamente lo que hace la comparsa del agresor en el caso del bullying. Intentamos educar a los infantes y adolescentes en unos valores que el adulto no respeta. ¿Acaso ven a los adultos gritar por el dolor ajeno? ¿Acaso nos ponemos firmes? Como en muchos casos de bullying en los que la víctima acaba agrediendo a su verdugo, los pisoteados también un día explotarán y se rebelaran, si no lo han hecho ya.

viernes, mayo 23, 2008

Otros sentidos (PD de: El ateo)

Como anillo al dedo estos versos de Walt Whitman que acabo de leer en Canto de mí mismo (del poema 41):

"Magnificando y aplicando llego yo,
ofreciendo más, de salida, que los viejos buhoneros cautos,
tomando yo mismo las dimensiones excactas de Jehová,
litografiando a Cronos, a Zeus su hijo, y a Heracles su nieto,
comprando esbozos de Osiris, de Isis, de Baal, Brahma y Buda,
poniendo en mi carpeta a Manitú suelto, a Alá en una hoja, el crucifijo grabado,
con Odín y Mexitli, de rostro espantoso, yo todos los ídolos y todas las imágenes,
tomándolos a todos por lo que valen, ni un centavo más,
admitiendo que etuvieron vivos y cumplieron la tarea de sus días,
(trajeron gusanoa a pájaros implumes que ahora deben
salir del nido y volar y cantar por sí mismos),"

jueves, mayo 22, 2008

Humor y periodismo

¿Humor, periodismo o ambas cosas? Programas como Caiga quien caiga, ahora en La Sexta, o Polònia, en TV3, demuestran que hacen más la función de periodistas que no los programas convencionales, como los informativos. (Da vergüenza, por ejemplo, T5 o A3, cuyos noticiarios se rigen más por criterios de espectáculo que de información). Otras veces (no siempre), la prensa no hace más que de comparsa del poder establecido, cuando deberían hacer de contrapoder, de vigilantes y denunciantes. A lo mejor el glamour del poder hipnotiza a muchos periodistas. Y el político, que lo advierte, le ofrece migajas más gordas que a la plebe.

En CQC, los vídeos de Juanra sobre política son de lo más mordaz que he visto en tiempo en la tele. No tienen desperdicio las preguntas que hizo a Tony Blair, por ejemplo, en el capítulo de la semana pasada. Tampoco tuvo ayer desperdicio el trabajo de Estíbaliz Gabilondo sobre ¿la sequía? en Barcelona. Al loro con la indignación de la reportera ante el silencio del conseller de Medi ambient de la Generalitat, Francesc Baltasar, cuando le manifiesta la paradójica gestión que el gobierno está haciendo del agua.

De igual forma, Polònia debería poder verse en toda España, incluso en Europa y el mundo por las sátiras que hacen de Benedicto XVI. También Buenafuente hizo más, en este caso por Catalunya, que toda la propaganda del tripartit y CiU sobre el Estatut cuando éste se aprobó.

miércoles, mayo 21, 2008

El ateo

A Mónica Salomone por su artículo “¿Dios creó al hombre o el hombre creó a Dios?”, publicado en El País.

Como dice en el artículo Eloy Gómez Pellón, “la religión forma parte de la cultura de los seres humanos”. Se contradice, por tanto, con la afirmación de Carbonell, que asegura que la religión es producto de la selección natural. La religión no tiene que ver con la biología, al menos, no de forma tan directa, y por eso me alineo con la postura de Gómez Pellón.

Pero antes de continuar, objetaré que en el reportaje de ese periódico se confunda tan a la ligera religión con creencia en Dios. La religión, hasta el más devoto lo tiene que reconocer, es una construcción humana. Coincido, sin embargo, con Carbonell cuando explica la existencia de la religión: “(…)y empieza a preguntarse por qué es diferente de otros animales, qué pasa después de la muerte… Y no tiene respuestas empíricas. La religión vendría a tapar ese hueco”. Sólo que para mí ese argumento no explica en absoluto el nacimiento de la religión, sino de una espiritualidad íntima, núcleo que las religiones utilizan para su beneficio. La religión no es más que un mecanismo para controlar y construir sociedades y pueblos. La Biblia, en especial, el Antiguo Testamento, es un buen ejemplo.

Pero si lo que se discute en el artículo es la existencia de Dios… Dios es una distracción que nos impide ver otros caminos. Dios nació cuando el hombre dejó de ser sólo animal, es decir, apareció parejo a nuestra racionalidad. Hemos fabricado a Dios y otros dioses y espíritus para dar sentido a la existencia. Pero la existencia puede cobrar otros sentidos, naturalmente fabricados por nosotros, pero ahora basados en la experiencia.

PD: Por cierto de qué habla Barret cuando menciona “el fenómeno del ateísmo actual” que “es un fenómeno nuevo”. ¿Que ahora hay más o somos diferentes de los que hubo cuando el cristianismo no existía, cuando griegos y romanos se regían por otras deidades? No entiendo a qué se refiere.

PPD: Para informarse mejor: De mitos y cosmogonias, en el mismo diario.

lunes, mayo 19, 2008

La publicidad

Sin la publicidad el mundo tal y como lo conocemos no existiría. Vivimos en una sociedad basada en el consumo y en el miedo. (Por lo menos, la occidental. Lo que ocurre es que, como todos sabemos, el mundo poco a poco va semejándose a este Occidente, a modo de un espejo más nítido y pulido a medida que las bombas caen por tierras salvajes.) El consumo de hoy día, evidentemente, no es el necesario para subsistir, sino que va mucho más allá. Nos venden comodidad. Pero la mayoría de las veces lujo, cualidad que no sirve para nada, puro esnobismo. Nada, y, sin embargo, así se mueve el mundo, vendiendo nada.

Pero la publicidad abarca todos y cada uno de los productos a vender. También los de primera necesidad. Más importante que el producto es la publicidad, el darse a conocer entre miríadas de productos iguales o muy similares y cantidades ingentes de publicidad. Sin esta publicidad el sistema se hundiría de forma irremisible.

La publicidad la pagamos todos. Cuando compramos un periódico, por ejemplo, no sólo pagas sus contenidos, también la publicidad o la propaganda política que alberga, aunque ésta sirva para sufragar al medio.

La publicidad se paga en cualquier mercancía. La coca-cola (a la que acabo de hacerle publicidad gratis con sólo nombrarla) cuesta menos fabricarla que su publicidad. Seguro que gran porcentaje del coste se invierte en la publicidad.

Hay dos corrientes teóricas. En una se asegura que la publicidad no crea necesidades, sino que despierta deseos dormidos, podríamos decir, de las personas. Pero que jamás iría por delante de las necesidades del ser humano. En la otra, se asegura lo contrario, que nos crea necesidades. Sea como fuere, más bien parecen todas estas teorías justificaciones para unos profesionales cuya profesión, estiman, no acaba de tener buena prensa en todos los mortales, y eso que gracias a ella el mundo rula. Sin embargo, y entrando al trapo, cuesta creer que alguien tenga más necesidad de Coca-cola que de Pepsi. Y la prueba sería que si la primera dejase durante un año de hacer anuncios, y la segunda irrumpiese en la pequeña pantalla a saco en el mismo lapso, las ventas de la primera caerían en picado. Así que, como otras tantas cosas, lo que no aparece en los medios casi no existe, aunque exista de igual modo que todo lo demás.

Hablando de la pequeña pantalla, eso de pequeña es para esconder su poder, pues precisamente la TV no es más que una valla publicitaria metida en todas las casas del plantea. Sólo en España, en prime time, deben de haber (no lo sé) más de 20 millones de personas viendo anuncios sin parar. Aparato básico, pues, para sostener la sociedad de consumo, el actual sistema capitalista, vaya. Y si a ello sumamos la de radio, prensa, internet, videojuegos... la que hay en lavabos, carteles, etc., pues imagínense, gran parte de la vida comprende ver anuncios.

PD: O la Iglesia está en horas bajas o nos lo quiere hacer creer o quiere más dinero. O de todo un poco. Lo digo por el anuncio en el que pide sin ambages que marques la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta. Ecce Iglesia.

La Vanguardia hace el ridículo con Chikilicuatre

Que conste que estoy con Chikilicuatre, a pesar de lo cansino de verlo por todos lados. Ya agobia un poco. A ver si pasa ya Eurovisión. Pero lo ridículo fue el artículo que le dedicó ayer La Vanguardia. Dice mucho de ese periódico. Y poco bueno. Emulan al oportunismo típico de Antena 3, que cuando hay un estreno cinematrográfico -es el caso estos días de Indiana Jones- aprovecha el tirón publicitario que supone la promoción y emite los episodios anteriores. Por lo menos, esta cadena lo hace con la ficción, que rige por puras leyes de mercado, pero La Vanguardia lo hace con la información.

miércoles, mayo 14, 2008

La tierra en la que nací

Se llama Catalunya. Para unos, una comunidad autónoma, para otros, un país.
Se llama España. Para unos, un estado y una nación, para otros, un estado anacional integrado por un conglomerado de naciones, para los de más allá, un proyecto.

Para mí…

Jurídicamente, soy catalán y español. Pertenezco a un Estado llamado España, conformado por comunidades autónomas, que, nunca olvidarlo, son también Estado. Para unos, esta es la única realidad, lo único palpable. Por lo tanto, se es español y catalán, o viceversa. El viceversa y el porcentaje de pertenencia a una u otra realidad política ya depende de cuánto sentimiento se vierta en el parecer particular (si lo onsideramos en un principio sólo regido por leyes).

Sentimentalmente, no me siento catalán de pura cepa, como se sienten los nacidos aquí por los siglos de los siglos. Vamos, que no me siento de ese pueblo, de esa tribu. Entre otras cosas, porque no lo soy. Sus tradiciones no me son innatas, aunque sí muchas de ellas adquiridas (y a mucha honra), como pueda ser mi bilingüismo.

Siguiendo el hilo sentimental, a mi juicio mucho más palpable y a tener más en cuenta que el político o el jurídico, que considero para lo que nos concierne más abstracto, tampoco me siento español de pura cepa, como se sienten los nacidos aquí o allá (fuera o dentro de Catalunya) por los siglos de los siglos. Es decir, tampoco me siento del clan de los españoles. Y por lo mismo, por que no lo soy.

Existe una formidable confusión entre España y Castilla, la mayor parte de las veces intencionada, con ánimo homogeneizante, pero este no es un tema que aquí desee tratar.

En Catalunya, ¿conviven con esos dos sentimientos, el de ser catalán y español, un tercero? ¿Y un cuarto? ¿Y un quinto? Me temo que sí. Hay muchas naciones, muchas más que las reconocidas por unos y otros. Muchas aun que no tienen conciencia de sí mismas.

Hay quienes se sienten, como apunté al principio, catalanes y españoles. En este grupo se inscriben tanto los de raíces catalanes como los de españolas. Personas abiertas, diríamos. No objetan problema alguno. Se sienten, ya digo, españoles y catalanes sin problemas, herederos de una y otra cultura. Este sentimiento ambivalente hacia España y Catalunya proviene del hecho de no querer provocar disputa alguna en ninguno de los bandos.

De este grupo, surge un cuarto, el de los desarraigados. El de los que deciden que no se van a mentir a sí mismos. Aunque reconocen el influjo de ambas culturas, no se sienten de ningún pueblo, no saben dónde colocarse (no consideran a esa mezcla un pueblo, aunque lo sea). No hay bandera alguna bajo la cual agruparse. Unos la buscan, otros no. Unos no la buscan porque no les importa, otros porque dejó de importarles.

A raíz de aquí, otros más conciben que a lo sumo pertenecen a una cultura mediterránea, de Europa del sur, y al siglo XX y XXI, y dicen poco y a la vez demasiado (ciudadano del mundo, se denominan a veces). Otros lo reducen: soy de Barcelona y punto. Pero en ese punto converge lo anterior. ¿De dónde se siente un extranjero que lleva largo tiempo en su tierra de adopción?

De un apátrida (sin nación y con estado)

jueves, mayo 01, 2008

Bye bye Zaplana!

¡Qué bien! Tres hurras por la marcha del macarra mayor del reino. Zaplana abandona la política. Es una buena noticia. Sin embargo, no se va a recoger cartones, no. Ya tiene un puesto en Telefonica. Ni más ni menos que como representante de la compañía en la Unión Europea. Ahí es nada. Y me pregunto, ¿qué sabe hacer ese tipo, qué méritos ha hecho para ganarse ese cargo?
Favores y más favores. Como todos los de su calaña -políticos en general, y subrayo, en general- no ha necesitado enviar CVs, por supuesto.

Ha dicho a los medios que le han propuesto otras buenas ofertas, pero que esta era la más suculenta -pagada, entiendo, si hacemos caso a las declaraciones en las que decía querer ganar mucho dinero: en eso se fundamentaba su existencia.

Un consuelo para sus acérrimos seguidores (que haberlos...): no ha cerrado las puertas a un retorno futuro. La noticia tenía que ocultar su lado negativo. ¡Qué le vamos a hacer!

martes, abril 29, 2008

Aceite de girasol contaminado: para esto pagamos a los políticos

La función básica de un gobierno es gestionar el dinero que engorda las arcas públicas: cómo conseguirlo y en qué gastarlo. Y sin duda, la seguridad, junto a educación, sanidad, infraestructuras y pensiones, se debería erigir como una de las metas claves de cualquier ejecutivo. Parece que todos los madamases habidos y por haber en este país, llámese España, llámese Cataluña, reducen seguridad a vigilancia policial. Pero la seguridad es mucho más amplia.

La inspección de los alimentos, así como la calidad de la atmósfera, son aspectos incuestionables para la seguridad del pueblo. ¿Cómo explicar la dejadez que ha hecho posible que un aceite contaminado se cuele inadvertido por los controles de sanidad? Lo peor es la falta de credibilidad que esta desidia comporta. Por más que nos digan, ya no me creo que controlen toda la alimentación que entra en España y que ésta sea segura. Luego nos aseguran que esto o aquéllo va bien o mal contra esta o aquella enfermedad. ¡Si no se preocupan de lo básico, que los alimentos no nos maten!

Increíble que el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Félix Cobo, diga lo siguiente, según El País:


En lo que las autoridades se mostraron tajantes fue en no decir si
se había identificado ya alguna partida contaminada. "No estamos para satisfacer
curiosidades de periodistas", sino para "rebajar el riesgo de una intoxicación",
dijo el director de Aesan, Félix Lobo, quien insistió en que si alguien tenía
aceite que no estuviera en la lista podía hacer tres cosas: consumirlo, porque
"no había problema de toxicidad", esperar "dos o tres semanas" a que los
análisis determinaran si tenía concentraciones de hidrocarburos peligrosos o
"devolverlo".
Digo yo que, precisamente, no es baladí lo que preguntaba el periodista, pues precisamente miraba de amainar la preocupación del ciudadano, ávido por saber de qué marcas se trataban las partidas contaminadas. En fin, encuentro este despropósito del gobierno digno de varias dimisiones, empezando por la del ministro e incluso por la de Zapatero. Es más, Rajoy y acólitos en vez de enfrascarse en sus disputas internas deberían haber cuestionado más al gobierno sobre sus métodos fallidos de control de calidad (pero mucho me temo que los que ellos usaban cuando gobernaban no debían diferir mucho de los del PSOE; así que mejor han optado por callar). Por ello también reclamo la dimisión de los líderes del mayor partido de la oposición.

PD: En otro momento, Lobo aseguró en el mismo diario:

"cada vez hay más evidencia de que se ha tratado de un fraude, de una
adulteración voluntaria fuera de nuestras fronteras".
Muy bien, pues ya estamos todos más tranquilos. O sea, que es posible que haya sido deliberado. ¡Cómo nos protegen nuestras autoridades de ataques terroristas!

lunes, abril 28, 2008

La fuerza del pueblo

Montmeló se volvió a llenar ayer hasta la bandera. Cuando volvía de Santa Perpetua de Mogoda, un pueblo del área metropolitana de Barcelona, coincidí en la autopista con los miles de alonsomaníacos que tornaban de la Fórmula 1. Como cada año en estas circunstancias, aerotaxis (helicópteros) iban y venían del circuito al aeropuerto del Prat. Mientras nos sobrevolaban, ignorantes a las hormiguitas que abajo trajinábamos, me preguntaba quiénes viajaban en los aparatos.

Bueno me preguntaba… Políticos, monarcas, jeques, empresarios, en fin, ricachos. La mayoría no pisa Barcelona para nada. Aterrizan en su jet privado, alquilan un taxi volador, pasean su palmito por boxes y salas vips y vuelven a Nueva York o Nueva Delhi, desde donde hayan venido. La mayoría tampoco viene a ver las carreras, sino a dejarse ver en un circo indispensable para inflar vanidad y ornamentar sus relaciones sociales.

Mientras tanto, el populacho conseguimos sobrevivir año tras año. Me pregunto (aunque tampoco esta vez me pregunte) cómo es posible que la plebe continúe vivita y coleando. Fácil, hay que pagar el queroseno de los aerotaxis y el circo romano -ora americano- con sus leones y cristianos. Pero no sólo eso. Hay que mantener por esas altitudes a los patricios. Sin la plebe que los sostiene en el aire caerían de forma fulminante.

Poco ha cambiado. La plebe continúa teniendo la fuerza. Pero no lo sabe o no la usa. De ella se ha aprovechado en algún momento de la Historia algún listo (la burguesía en la Revolución Francesa, por ejemplo). Y luego dicen que las revoluciones causan muertos. ¿Y las democracias? ¿No matan a millones? Democracia no es sinónimo de bondad, ni mucho menos. Nosotros buenos, ellos malos… ¡y un jamón! ¿No hay vía de escape? ¿El sistema de 1984 ha arribado? ¿Sólo nos queda la resignación?

viernes, abril 25, 2008

Fuera del tiempo

Imagino que un proyectil termonuclear avanza hacia el centro del tiempo, donde hace diana y desde donde al estallar provoca una reacción en cadena que finiquita el tiempo. ¡Qué a gusto me quedo! (Idea fruto de mi adicción ilimitada a la vida).

Cuando pienso que tenemos que morir, me entra la risa, por lo menos una sonrisa (tampoco una carcajada). A pesar de mi ateísmo teórico y práctico, y debido a mi formación cristiana, es imposible que una y otra vez no me venga a la mente la posibilidad de una existencia (vaya usted a saber de qué tipo) después de la Vida. Por eso digo que cuando mi raíz apostólica y romana me sorprende y pienso en el hecho de estar vivos y de que tengamos que morir, la sonrisa no la puedo evitar. ¡Y es que se me hace tan raro entonces que esto se haya de acabar para pasar a esa supuesta existencia posterior! Sencillamente, lo veo ridículo.

“La vida es ya el premio, el regalo, olvídate de veleidades que sólo culpabilizan al amante de la vida”, recita mi razón. “Qué miedo da la nada”, se encoge mi corazón. “Más aún una vida posterior”, replica mi razón.

Llego entonces a la frontera imposible hasta ahora trascender. Más lejos no sé ir. No se puede ir. Es como una columna de agua infinita, densa y, más o menos, mansa, hacia el centro de la cual no consigo acceder, tan sólo topar.

Hecho mano de la luz. A 300.000 Km/h el tiempo se detiene. Puesto que todo lo que percibimos con la vista nos arriba a esta velocidad, y porque sin embargo el tiempo transcurre a nuestros ojos, ¿no querrá decir que aquéllo de donde parte está fuera del tiempo? (Ya que tanto monta, monta tanto: un coche va respecto de una farola a 50 Km/h, o bien, la farola a 50 Km/h respecto al auto, quiero decir)

jueves, abril 24, 2008

Progreso, ¿a costa de nuestra salud?

Quede claro que, en general, abogo por el progreso. Aclarado este punto…

Una vez me enviaron por internet un power point en el que ilustraban que si colocas dos móviles, uno enfrente del otro llamándose entre sí, y en medio de ambos sitúas un huevo, éste al cabo de un rato (me parece que bastante, no sé si media hora) se achicharraba o se cocía. Nunca lo comprobé, aunque invitaban a ello (creo que no mentían, pero una creencia al fin y al cabo). Hay numerosos colectivos que aseguran que las antenas de los teléfonos portátiles plantadas en lo alto de edificios provocan trastornos del sueño a los vecinos de las inmediaciones. Incluso hay quien dice que cáncer. Oficialmente, es decir, gobiernos y empresas, sostienen que no hay nada probado (¡qué iban a decir!). Cierto que las radiaciones nos invaden por doquier. Desde el espacio, nos arriban y atraviesan sin parar ondas de frecuencias variadas de planetas, estrellas, galaxias y otros astros. Ondas de radio, televisión y wifis hacen lo mismo, o nos rebotan, no sé. Nosotros mismos emitimos calor, etc.

Todo esto lo menciono porque hace unos días, en una conferencia, un neurocirujano decía que, a pesar de estos inconvenientes -caso de que fueran corroborados-, era el precio que teníamos que pagar por el progreso. Y lo comparaba con la conducción del automóvil, que causa millones de muertes al año en el mundo y, sin embargo, no renunciamos a él.

Pero no puedo estar más en desacuerdo con semejante aserto por varios motivos. Primero, tú que me lees, que sepas que es muy probable que padezcas cáncer en algún momento de tu vida, y mucho más que lo padezca un familiar cercano a ti -padre, madre, hermano, hijo-. Cuando hablo de “probable“, me refiero a que hay estudios -los más optimistas- que hablan de que al menos un miembro de una familia de cuatro personas padecerá cáncer en algún momento de su vida. Hay quien afirma que una de cada dos personas lo padecerá. Segundo, no es lo mismo tener un accidente con el coche y matarte -aun cuando al accidente no se le deba denominar accidente, sino homicidio en muchos casos- que ser víctima de pesticidas, radiaciones o ritmos de vida antinaturales, impuestos desde el sistema al individuo sin más opción. Tercero, no entiendo la comparación, no se justifica el uso del móvil por el del auto. Quizás cuando se inventó el coche no se vislumbró su potencial devastador, pero ahora sí. Por lo tanto, y aunque no estemos dispuestos a prescindir de su uso, no queda más remedio que instaurar medidas drásticas, aun a costa de pagar justos por pecadores (velocidad en autopistas a 50 Km/h ya). La economía no tendría por qué verse afectada (avión, barco o tren), y de hecho, aunque. Cuarto, en lo que se refiere a móviles, más de lo mismo. Una sociedad inteligente, ¿no estudiaría los efectos en humanos y en el planeta antes de distribuir inventos y aparatos nuevos? Se me olvidaba que no somos inteligentes.

Al final de todo, siempre, siempre… Poderoso caballero es don dinero.

miércoles, abril 23, 2008

Sant Jordi o la compra compulsiva sin sentido de culpa

Sant Jordi, como Navidad u otras festividades a lo largo y ancho del planeta, se ha convertido en una jornada clave para el negocio y el mantenimiento de la sociedad de consumo. De hecho, siempre ha sido así. Se maquilla argumentando que se trata de una tradición. Negocio redondo, como los días de Navidad, porque para quien siente culpa por comprar de forma compulsiva, estos días constituyen una excepción, está –más o menos- bien visto y es lo que toca. (Cabe decir, sin embargo, que tampoco hay nada malo en comprar, siempre y cuando no te acarree algún problema, y que a pocos les provoca sentimiento de culpa).

En El Parcial: Imposible retratar a Chikilicuatre

martes, abril 22, 2008

El insoportable estruendo de la biblioteca

(A lo mejor ya he hablado sobre esto, pero siempre hay alguna novedad)

Hoy día, y desde hace unos cuantos años, no es fácil estudiar en una biblioteca debido al insoportable ruido que generan. Hay que acusar tanto a los usuarios como a los responsables de las salas. La algarabía de una mañana cualquiera en la biblioteca de la UB de Llars Mundet, por ejemplo, cuando estudiaba –aunque dudo de que hayan mejorado-, me teletransportaba a las Ramblas: repiqueteos al caminar, carcajadas (no sonrisas), charlas y susurros variopintos… Lo peor de todo era cuando como por arte de birlibirloque se conjugaba un poco de silencio –cosa harto improbable-; entonces, en aquel instante, oías una voz clara y contundente que explicaba a otra qué había hecho no sé quien no sé qué día. Para asombro de estudiantes, dos bibliotecarias le daban a la sin hueso como si estuvieran en su casa.

Años antes, a la edad de 10 o 11 años, íbamos a estudiar unos amigos y yo a una biblioteca de barrio. Rara era la vez que consiguiéramos acabar los estudios o deberes. Las bibliotecarias siempre nos echaban a la calle. Por hablar. Ahora, sin embargo, desde que está de moda que las bibliotecas acaparen más funciones –por eso de ser modernas y no quedarse obsoletas y sin visitante alguno-, además de ofrecer libros, revistas, música, películas y conferencias, entre otras alternativas, lo cual está muy requetebién, también puedes disfrutar de un refresco o merendar en el bar que, por lo menos, alberga la biblioteca Jaume Fuster, en el barrio de Gracia de Barcelona. Pero, claro, es que en Gracia son muy modernos. Espero que no copien la idea los de las municipales de Nou Barris y de Horta.

lunes, abril 14, 2008

Pere Navarro, a galeras

"Un coche a más de 200 conduce a la cárcel" , dijo ayer el Director General de Tráfico, Pere Navarro, en una entrevista publicada en el periódico Público. Que se aplique el cuento y predique con el ejemplo.

viernes, abril 11, 2008

Nietzsche y Freud (II)

Nietzsche influyó en los trabajos de Freud. La semana pasada publiqué un texto en el que comunicaba mis sospechas sobre tal afirmación. En resumen, decía que sin haber acabado la lectura de La interpretación de los sueños muchos aspectos del texto me recordaban a la filosofía del pensador alemán. Y que para contrastar mis sospechas busqué por internet y hallé un artículo interesante en el que se confirmaba este vínculo. Si hubiera sido más paciente y hubiera esperado a finalizar el ensayo de Freud, no me habría hecho falta recurrir a la red o a cualquier otra fuente para corroborar que Nietzsche influyó en el desarrollo del psicoanálisis. Justo en el tercer volumen de La interpretación de los sueños hay varias referencias al filósofo.

Para empezar la de Otto Rank, díscipulo de Freud. En el Apéndice (pág 97, Alianza Editorial) dice:
Nietzsche, al que también en este sector hemos de reconocer como precursor
directo del psicoanálisis, descubre análogas relaciones del sueño con la vida
despierta.


Más adelante, en la misma sección (pág 106), añade:
Pero la más amplia anticipación que de las teorías psicoanalíticas sobre el
sueño podemos hallar en la literatura, nos es ofrecida nuevamente por Nietzsche en un paisaje de Aurora, titulado "Vivir e imaginar", en el que se queda reconocido el sueño como un medio de la satisfacción alucinatoria de los instintos: "Acaso esta crueldad del azar [la satisfacción de los instinto] se nos representaría con colores aún más vivos si todos los instintos pudiesen ser satisfechos tan fundamentalmente como el hambre, que no se contenta con alimentos soñados; pero la parte más considerable de los instintos, esto es, lo que llamamos morales, se satisface con ello, si es lícito suponer que nuestros sueños poseen el valor y el sentido de una compensación, hasta cierto grado, de la falta accidental de tal ‘alimento’ durante el día… Estas imaginaciones [del sueño] que proporcionan a nuestros instintos… un campo de acción y una descarga -y todo el mundo puede presentar ejemplos concluyentes- son interpretaciones de nuestras excitaciones nerviosas durante el reposo, interpretaciones muy libres y muy arbitrarias… Si este texto, que, en general, suele ser el mismo una noche que otra, recibe comentarios tan variados y si la razón creadora se representa hoy, para idénticas excitaciones nerviosas, causas distintas de las de ayer, ello se debe a que el apuntador de dicha razón ha sido otro distinto del de ayer, otro instinto que se hallaba hoy en su más viva pleamar y quería satisfacerse, emplearse, ejercitarse y descargarse".

Como dice Otto Rank en una nota al final del libro en referencia a este fragmento de Aurora, “Esta teoría coincide esencialmente con la de los sueños típicos”. El psicoanalista cita de nuevo a Nietzsche al principio de la segunda parte del Apéndice, titulada: “El sueño y el mito”, con estas palabras (pág. 122): “El sueño nos sitúa en lejanos estados de la civilización humana y nos da, de este modo, un medio de comprenderlos mejor”.

Finalmente, el mismo Freud, en la página 181 dice:
Sospechamos ya cuán acertada es la opinión de Nietzsche de que el “sueño
continúa un estado primitivo de la Humanidad, al que apenas podemos llegar por un camino directo”.

Queda constatado, pues, sin lugar a dudas, el influjo de Nietzsche sobre el psicoanálisis. Quien sabe si haya sido su principal inspirador. Y esto sólo es un botón de lo que el pensamiento de este filósofo -o debería llamar despertador o demoledor y arquitecto constructor- ha supuesto.

jueves, abril 10, 2008

Message in a bottle

Simplemente un náufrago.
Una isla perdida en el mar.
Otro día solitario
Con nadie aquí más que yo.
Más soledad
Que la que ningún hombre pueda resistir.
Rescátenme antes de que caiga en la desesperación.

Enviaré un SOS al mundo.
Enviaré un SOS al mundo.
Espero que alguien reciba mi
mensaje en una botella.

Ha pasado un año desde que escribí mi nota
Pero debería haber sabido esto desde el principio.
Sólo la esperanza puede mantenerme.
El amor puede arreglar tu vida
pero el amor puede romperte el corazón.

Enviaré un SOS al mundo.
Enviaré un SOS al mundo.
Espero que alguien reciba mi
mensaje en una botella.

Salí a caminar esta mañana,
no puedo creer lo que vi.
Cien mil millones de botellas
arrastradas por el mar en la playa.
Parece que no estoy solo en esto de estar solo.
Cien mil millones de náufragos
buscando un hogar.

Enviaré un SOS al mundo.
Enviaré un SOS al mundo.
Espero que alguien reciba mi
mensaje en una botella.

¿Nos suena? ¿De qué habla? ¿No es de la humanidad misma, del ser humano? ¿También de los bloggeros?

lunes, abril 07, 2008

Leer/escribir

Me gusta leer. De hecho, me turba no poder ganarme la vida leyendo. No sólo porque así podría vivir de lo que me gusta hacer, sino porque trabajando por trabajar pierdo el codiciado tiempo que pudiera usar para leer. A veces me creo ansiedad sólo de pensar en todo lo que me falta por leer, pero, como un día me dijo un amigo, mejor darle la vuelta a la idea y ver que en toda mi vida nunca acabaré con los títulos publicados y siempre podré escoger. He leído u oído reflexiones variopintas sobre los motivos por los que las personas leen, sobre cómo o sobre qué leen. Así que, seguramente, cualquier finalidad que adujera ya sería baladí. Sin embargo, apunto dos.

La primera tiene algo de sobrenatural, aunque tenga un explicación del todo pedestre. No siempre, pero sí depende del tipo de lectura, siento que conozco un poco la intimidad del autor cuando, a pesar de haber muerto hace más de un siglo, conecta conmigo para persuadirme desde un lugar intangible donde residiera el pensar y al que yo tuviera acceso merced a sus escritos -al fin y al cabo ideas arrancadas a esa intangibilidad y fijadas en una hoja-. No siento entonces que esté muerto, sino al contrario, muy vivo, más que muchos vivos. Esto me ocurre, sobre todo, con pensamientos. Una variante de esta conexión la noto cuando un creador, en el caso de la ficción, perfila a sus personajes con tal complejidad que me hace imaginármelos vivos. (En parte, esto influye en que un relato de ficción -ya sean textos ya películas- me cause emociones como si de la vida real se tratara. Y digo “en parte” porque en el engaño por el cual el cerebro confunde realidad y ficción, hasta el punto de provocarnos una lágrima, juega un papel mucho más decisivo la calidad global de la obra).

La segunda expresa la pasión del gusto por la lectura. Se la oí a un profesor de literatura en un documental que trataba sobre Guerra y paz. Aquí la reproduzco de memoria, o sea, más o menos. El erudito dijo que la loa más grande que había oído sobre el volumen de Tolstoi fue cuando un alumno suyo bromeó con que iba a abandonar su vida pública porque estaba seguro de no vivir nunca en ella algo tan bueno como lo que la lectura de la monumental obra le reportaba. Genial. La lectura como un dulce (aunque a veces también, como a la hora de escribir, comporte sufrir). Por más que me guste la alabanza del alumno, no deja de venirme a la mente la obra de arte que es En busca del tiempo perdido, y de cómo el narrador no sólo nos describe de forma deliciosa su pasión por la vida, sino que nos invita sin quizás proponérselo (ingenuo de mí, seguramente) a ella (a la nuestra).

Pero este segundo comentario me obliga a confesar que odio leer. Porque con la lectura como refugio huyo de lo que siento que debo hacer, que es escribir. La cuestión sigue siendo qué. Como no sé a ciencia cierta qué, mis dudas crecen parejas a la angustia del paso del tiempo. Otro tanto ocurre con el modo. A menudo escribo y rescribo hasta el hartazgo, hasta ya no estar seguro de expresar de forma meridiana lo que he de decir. También tengo miedo de escribir y no decir. Con todo, es posible que prefiera leer a escribir. Porque no consigo la disciplina necesaria para escribir. Una y otra vez he intentado escribir un texto extenso y una y otra vez he desistido.

En otra ocasión, continuaré -espero- escribiendo sobre esto.

Creo recordar que alguna vez ya me he referido en otro texto a lo que diré
a continuación, pero, en fin, por si a caso, insisto. A veces he oído que con la
literatura en particular o la escritura en general no se pueden promover
cambios. No estoy de acuerdo por dos cosas. Una, por simple probabilidad:
siempre hay cambios (la vida es un cúmulo de ellos) y, por lo tanto, a veces es
difícil discernir si éste o aquél tiene su origen en una lectura, en otra o en
el consejo de un desconocido. Y dos, porque hay ejemplos: es posible ver la
lectura o escritura de un -o varios- texto (en sí las dos caras de una misma
moneda), como motor o freno de un acontecimiento, de fundación de una corriente
(la Biblia respecto al cristianismo) o de inspiración o influencia de uno o
múltiples autores. Por otro lado, no abogo tampoco por causa-efecto, sino más
bien por multicausa-multiefecto.

viernes, abril 04, 2008

Aburrimiento e idea que no sirve para nada y por eso la mento

Schopenhauer dice en El mundo como voluntad y representación que el hombre mantiene una lucha pertinaz contra el aburrimiento.

Disfruto tanto durmiendo que deseo contar las horas, los minutos y los segundos del reposo con lentitud, como transcurren los momentos más soporíferos de la existencia.

Pero no para aburrirme con ellos sino para aferrarme a la sensación en extremo placentera que parece ofrecer el mejor de los reposos en cada uno de sus instantes.

¿Soportaríamos esta exquisita embriaguez de placer pareja a tal parsimonia del devenir, o nos estallaría el cuerpo y el cráneo en el intento?

jueves, abril 03, 2008

Nietzsche y Freud

Hace seis años leí Introducción al psicoanálisis, de Sigmund Freud. Por esta obra, me compré La interpretación de los sueños, del mismo autor, pero debido a mi vagancia congénita no la he leído hasta ahora. De hecho, aún no la he acabado, voy por el terecer volumen. Sin embargo, no habiéndola acabado, una inquietud me ha concomido esta segunda aproximación al psicólogo por antonomasia. Una y otra vez diferentes conceptos a los que alude Freud me han conducido de forma inexorable a Nietzsche. Por ejemplo, la censura, a la que Freud atribuye la deformación de los contenidos manifiestos de los sueños. Lo siento, pero en este término nada más veo que Nietzsche: la moral que reprime el instinto y lo convierte en "malo", la animalidad inherente a la que todo humano le es imposible escapar.

Tanto es así que acuciado por la duda de si entre Nietzsche y Freud hubo algún tipo de influencia, bi o unidireccional, he decidido teclear ambos nombres en Google. Efectivamente, de la red ha emergido un blog en el que se habla de la influencia del filósofo sobre el psicólogo. Vale la pena leer este artículo.

Por las sinopsis de Totem y tabú y El malestar en la cultura que aparecen en La Interpretación de los sueños deduzco que en estas obras del padre del psicoanálisis aún se percibirá con mayor intensidad el influjo de Nietzsche. Serán mis próximas adquisiciones, que no lecturas, pues continúo relegando para mañana lo que puedo hacer hoy.

Arqueblogía

Los historiadores del futuro sin duda habrán de escarbar en internet para saber qué se cocía en nuestro tiempo. Si de la prehistoria no se hallan documentos escritos (característica que la define, como todos sabemos), de la sociedad de la información se encuentran en extremo (escritos, audios, videos...) cosa que la convertirá en la antítesis de la primera. ¡Cuánto trabajo espera a nuestros descendientes! Los actuales historiadores podrían ir echándoles un cable desde hoy mismo. De los blogs colegirán la cantidad de pensamiento mediático que influía en nuestra sociedad -y época- y por qué otros derroteros navegaban esas nuestras mentes, al margen del dictado social. Interesante instrumento, pues, para medir la auténtica historicidad del sujeto. ¿Qué porcentaje de nuestra persona escapa a tal, si es que lo hace?

Anexo: ¿Por qué buscadores como Google guardan durante años información sobre búsquedas de sus usuarios? Pienso que para robar ideas. Cada una de las búsquedas puede sugerir un mercado sin explotar. Así que ojo con lo que se busca.

martes, marzo 18, 2008

Plegaria del médico (Maimónides)

Dios Todopoderoso. Tu me has elegido
para velar sobre la vida y la salud de Tus
criaturas. Estoy ahora listo
a los deberes de mi profesión.
Inspírame con amor por mi arte y por
Tus criaturas. No permitas que la sed de
ganancias o que la ambición de gloria y
admiración hayan de interferir en la práctica
de mi profesión. Sostén la fuerza de mi cuerpo
y de mi espíritu a fin de que esté siempre
dispuesto con ánimo a ayudar y sostener al
rico y al pobre, al bueno y al malo,
al enemigo como al amigo.

sábado, marzo 15, 2008

Anticatalanismo



Sí, igual que el españolismo, ¿no?

Pero, ante todo, el respeto. Que cada cual sea de donde se sienta. Está bien que la izquierda (la de verdad, si es que la hay) abogue por un mundo sin fronteras, pero también, quien las defienda (siempre y cuando los distintos estados o nacionalidades convivan en respeto mutuo).

martes, marzo 11, 2008

Elecciones, a cual peor

El PP demuestra otra vez disfrutar de un electorado fiel. No cambiará, por tanto, de estrategia. A menos que reorienten su dirección y Mariano se vaya a la calle. Lo cual puede significar la arribada de las tropas de Aguirre blandiendo la espada. Dudo que de Gallardón (si lo hiciera los populares podrían optar a la presidencia de la siguiente legislatura al arañar votos a simpatizantes de otros partidos, que se justificarían: ¡Hombre, es otra derecha!).

El Partido Popular ha perdido no tanto por el 11-M, sino por la manipulación que hubo en los días posteriores al 11-M. El PSOE ha aprovechado el miedo que generaba en todos los españoles, en especial, en Catalunya, ser gobernados por el PP, el partido mentiroso. (Cómo tendrá que estar la política española para votar al menos malo y no encontrar otras ofertas dignas, y el PSOE reconocerlo sin más en su campaña). Pero ese cheque se le acabará al PSOE, aunque aún lo pueda usar para esta y otra legislatura, a no ser que lo haga muy mal –tipo la gran cagada del PP en el 11-M-. El desgaste, si no cambia de dirección, a eso jugará el PP.

CiU se mantiene, incoloro. IU y ERC se descalabran. Lo han de ver como una oportunidad. Dejarse de ambages y combatir desde la esencia de sus ideologías. Insistir una y otra vez en la España republicana los primeros y en la independencia los segundos. Sin tregua. Y de vez en cuando lanzar cuchillos a diestro y siniestro. Eso sí cuando sean merecidos. No tienen nada que perder y mucho que ganar.

Lo mejor, la elección de Chiquilicuate para representar a España en Eurovisión. Lástima que un certamen tan europeo y democrático no deje hacer críticas a políticos. En tu lugar, dimitiría. ¡Hatajo de sinvergüenzas! Pero por otro lado ¡qué grande que va a ser ese día para Eurovisión!

miércoles, febrero 27, 2008

Fin de una era

Desde hace unos meses en los medios e, incluso años, en otros ámbitos, intelectuales y científicos se hacen eco de unas señales que, según afirman, indican con claridad que el inicio del fin de la hegemonía estadounidense en el mundo ha empezado. Muchos señalan que China y sus vecinos relevaran a Estados Unidos en su papel de todopoderoso del planeta.

Antes de dar por sentado este escenario conviene cuestionarse una serie de preguntas. Primera y más importante, puesto que de ella se derivan muchas de las dudas posteriores: ¿Realmente Estados Unidos pierde fuelle? Segunda, ¿se postulan los estados del lejano oriente como los que recogen el testigo norteamericano? Tercero, ¿se repetirá la Historia, es decir, países fuertes versus débiles? Cuarto, ¿acaso se puede aprovechar ese hipotético cambio de riendas en el mundo para reflexionar sobre el camino de la humanidad? Quinto, ¿qué actitud mostrar y qué aportar quienes pintan poco en todo ello, por ejemplo, Europa? De entrada, observar que si la respuesta a la primera cuestión es negativa, el resto de preguntas casi no proceden y que la segunda cuestión va unida de forma inextricable a la primera. Detengámonos en ambas.

Debacle americano y auge chino

Como he dicho, muchos analistas coinciden en que a Estados Unidos se le acaba el tiempo. Argumentan que el crecimiento económico y demográfico de China y la India es imparable. Tal evidencia -siempre según esas fuentes- es relativamente reciente, pero hay otras que se han manifestado desde hace mucho tiempo. Así, algún historiador ha dicho que, de hecho, China siempre ha sido la potencia mundial y que, de forma excepcional, en los últimos dos cientos años ha sufrido un frenazo en su desarrollo, pero que sólo es cuestión de tiempo que recupere el trono usurpado por occidente. Aunque esto es hacer historia-ficción, si no fuera -he llegado a leer en una revista de Historia- porque en el siglo SXV un emperador de aquel país decidió replegarse a tierra continental, ahora el chino-mandarín sería la lengua oficial en el mundo y no el inglés. En contra de este crecimiento inaudito de China y la India hay quien sostiene que soportan altísimos índices de pobreza entre sus respectivas poblaciones como para que puedan levantar un vuelo desde donde ejercer su dominio a escala planetaria. No obstante, hace poco La Vanguardia publicaba un reportaje sobre las ingentes deudas norteamericanas para con sus creditores chinos.

También se oyen otros síntomas. El anuncio de la más que probable recesión norteamericana no ha hecho más que reavivar el debate sobre la menguante vitalidad del capitalismo, en beneficio de China y en perjuicio de los países occidentales capitaneados por Estados Unidos. Los frentes en Iraq y en Afganistán añaden todavía más leña a un fuego cuyas pavesas chamuscan poco a poco occidente y países musulmanes que el terrorismo internacional considera que colaboran con el Imperio. No es este un problema baladí. Si no es en Barcelona, es en Bilbao o Bruselas. En dos semanas se han desbaratado al menos dos planes inminentes para atacar objetivos occidentales por parte de yihaidistas. Estos frentes y combates cuestan dinero a las arcas occidental, en general, y estadounidense, en particular. Esta guerra de desgaste tiene que haber sido muy bien planificada por sus ideólogos.

Hubo un tiempo en que me preguntaba si a Estados Unidos no le convendría todo este mejunje para mantener su poder. Hoy lo afirmo. No digo que la administración Bush ejecutara los atentados en las Torres Gemelas, y aunque sin embargo hay precedentes (Maine o Pearl Harbour) que harían sospechosa esta posibilidad, abogo porque han aprovechado la ocasión para reformar a sus necesidades y semejanza todo el Creciente Fértil. Si Washington tiene un enemigo peligroso que medra en Oriente Próximo y Medio, tiene a la vez una magnífica oportunidad para meter la nariz y algo más en todo ese vasto territorio rico en petróleo y gas. De rebote, siembra de bases militares todo el cinturón asiático hasta acercarse y estrangular (a lo guerra fría), junto a Japón y Australia, a China, el único estado que según todos no sólo es capaz sino que le va arrebatar el poder. Por otro lado, no olvidemos que la estrategia de la administración Bush con respecto al tablero internacional fue meridiana desde muy al principio de su primer mandato: EUA no aceptaría bajo ningún concepto que nadie se acercara a su poder y lo impediría con cualquier medio. Fue un toque de alerta en toda regla a su más cercano rival, aunque en ningún momento desde Washington se haya insinuado nunca rivalidad por el primer puesto o posibilidad de choque con el país asiático (salvo cuestiones puntuales como Taiwan o derechos humanos, y siempre con tono moderado).

Por último, hay un síntoma, a mi juicio, decisivo. Parece que la cuestión del liderazgo mundial estadounidense ha calado entre los ciudadanos del país anglosajón. Recientemente, el diario que antes he mencionado reflejaba la preocupación de los norteamericanos por la pérdida de poder en el mundo. Nunca antes se había notado tal desencanto. El norteamericano proclamaba ufano su identidad y origen. Ahora, esto ya no es tan común. La moral entre los estadounidenses está tocada. No sé si hundida, pero perder el vigor y sostén del pueblo es fatal para cualquier régimen porque tarde o temprano caerán sus gobernantes, y cabría ver si el sistema. En la campaña de las primarias demócratas, el famoso lema Yes, we can de Obama se aprovecha precisamente de la necesidad que buscan muchos norteamericanos de ese aire fresco (por cierto, interesan más en España la primarias yanquis que las generales nuestras, con los debates televisivos que sólo interesan a las cadenas se ha intentado frenar esa tendencia). Pero, evidentemente, no me estoy refiriendo aquí al fin de una administración sino a la debacle de una potencia.

Hasta aquí he tratado de esbozar un diagnóstico de lo que, a juzgar por la información recibida de los medios, ocurre. Concluyo que Estados Unidos pierde empuje, pero no de forma inminente ni catastrófica aunque sí inevitable y paulatina. Ante este escenario, y entramos en la tercera y cuarta pregunta, qué hará EUA, qué hará el Lejano Oriente y qué deberían hacer ambos. En resumen, qué ocurrirá y qué debería ocurrir (realismo vs idealismo).

Guerras

Pongámonos a contemplar la situación desde un punto de vista maquiavélico, ¿qué puede hacer EUA para no pagar a sus creditores chinos si aún conserva supremacía militar? Atacar desde diversos flancos es una posibilidad que ya está ocurriendo: control de fuentes energéticas (¿Por qué, si no, Pequín busca petróleo en Sudán?), apoyo sistemático a Taiwan y despliegue de bases alrededor de la potencia enemiga como ya hiciera contra la URSS. ¿Por qué -como han dicho en algún medio- China explota misiles en el espacio y los convierte en chatarra, si no para que exista la posibilidad de que sus restos impacten e inutilicen satélites norteamericanos? El espacio será y es un enclave capital para mantener la supremacía (recordar el reciente episodio estratégico de EUA a lo Guerra de las Galaxias Reaganiano). A pesar de que Estados Unidos considera a Asia -y con razón- un mercado enorme para continuar creciendo, no pueden descartarse intervenciones militares puntuales con la finalidad de mermar el auge de la región. Es más, no se debe descartar la intervención militar directa contra China si alguna vez EUA se viera amenazado de forma directa. Y recordemos que, por más que la debacle sea inevitable, la superioridad militar y tecnológica yanqui continúa siendo asfixiante para China. Si no recuerdo mal, en los momentos de máxima tensión y desarrollo armamentístico atómico en la Guerra Fría, mientras que ambos bloques disponían cada uno de unas 12.000 cabezas nucleares, China poseía unas 400, una cantidad nada despreciable que, por otro lado, aunque seguro que se ha incrementado, no hace sombra al arsenal estadounidense.

Si se observa la Historia también se comprueba que raras veces ha habido cambios bruscos de poder o de fronteras sin conflictos sangrientos. Quizás Europa, cediendo sus miembros algo de soberanía a la Unión, haya sido una de las escasas excepciones que confirman la regla. Así que, en principio, las guerras no se pueden descartar, es más, se tendrá que contar con ellas. Ahora bien, a China, hoy por hoy, le interesa la calma para desarrollarse. Confío en que por lo pronto éste sea el parapeto a una gran conflagración. Sin embargo, no hay que agarrarse a un clavo ardiendo porque si Estados Unidos viera acercarse de forma peligrosa al gigante asiático no dudaría en lanzar una ofensiva ahora que aún puede. (No es una hipótesis, recordemos que es parte del plan de la geoestrategia norteamericana, a menos que el nuevo mandamás cambie el rumbo, cosa que si hace será sólo para disfrazarlo de cordero). La mejor defensa es un buen ataque, se suele decir.

(Y no me olvido del terrorismo islamista, que también esquilma las fuerzas estadounidenses. Aunque, a mi juicio, EUA pretendió usar el terrorismo islamista como cortina de humo para ocultar su principal preocupación, la pérdida del trono del mundo, éste no es una invención. Amenazaron a Londres y cumplieron. Han amenazado a Roma y cumplirán. Tocaron Nueva York, el símbolo por excelencia del capitalismo y al que nunca antes nadie había podido ni rozar. Toda una demostración de determinación. A pesar de los pesares, para Estados Unidos el terrorismo internacional no supuso de entrada su principal enemigo, aunque ahora les esté dando -y a Occidente- mayores dolores de cabeza de los que esperaban antes de invadir Afganistán e Irak, y destruir a los integristas se haya convertido en su meta a corto y medio plazo. No justifico las acciones de los terroristas -como tampoco las de las potencias occidentales con sus recientes invasiones, su historia colonial y su prepotencia e influencia en un mundo del cual, recordemos, está perdiendo las riendas-, sino sólo subrayar que la detentación de poder y reparto de riquezas causa las disputas, tanto con China como con quienes dicen hablar en nombre del Islam.)

El espacio

¿Ha evolucionado la humanidad?, y entramos de pleno en la cuarta y quinta pregunta o en el qué debería ocurrir. A grandes rasgos, el mundo es como es por Europa. Los estados existen tal y como los conocemos por Europa. Las guerras también. Si Europa debe algo al mundo, esto es demostrar que hay otras vías y hacer ver que las guerras no nos han conducido a nada. Como un imperativo categórico que diría Kant, y con la vitalidad que nos insufló Nietszche, Europa tiene ahora la oportunidad de pergeñar nuevos horizontes, mostrar otro rumbo. Justificar guerras y conflictos mediante ideas tales como que la humanidad ha evolucionado pero lo ha hecho a diferentes ritmos según los países, equivale a una inteligencia cuyo fin busca la ambición de poder. Las guerras deben acabarse ahora.

Hoy día las armas han multiplicado su poder destructivo por millones. Tenemos la capacidad de destruir nuestra especie y de dejar prácticamente deshabitado el planeta. Tenemos pobreza, enfermedad, hambre, refugiados, contaminación (éstas ya son más que suficientes guerras) y tenemos medios para acabar con todo ello y revertir las ganancias en una nueva misión. Posiblemente, no haya un sentido como siglo tras siglo han predicado las diferentes religiones. Ahora bien, la ciencia actual ha demostrado que los seres vivos han evolucionado desde organismos simples a otros más complejos y que en este periplo han pasado de crecer en un medio líquido a medrar en uno terrestre, que precisamente le ha reportado cambios que les han permitido desarrollar una especie supuestamente inteligente o, al menos en apariencia, más inteligente que las de su entorno.

Como ya he dicho otras veces, la evolución nunca se detiene. Miles de especies aparecen y desaparecen en un año en nuestro planeta. Durante millones de años se desarrollan en la biosfera para luego extinguirse o bien desintegrarse en especies descendientes. La vida bulle en la Tierra como el agua hierve en un cazo al fuego. Desde arriba se observa con claridad que, por un lado, la vida intenta cubrir todos los resquicios del mercado biótico y por otro, abandonar el nido y conquistar el nuevo medio: el de gravedad cero. Resulta que, hasta ahora, tan sólo nuestra especie tiene esta posibilidad. Los gobiernos del mundo deberían darse cuenta, en especial, las potencias, las salientes y las emergentes. ¿O lo que se quiere es repetir la Historia, guerras y más guerras, hasta que tengamos la posibilidad de destruirnos, como ya ocurre? Entonces, tan sólo será (es) cuestión de tiempo, de probabilidades.

La Unión europea ejemplariza cómo un campo de batalla histórico se ha transformado en un lugar de convivencia, crecimiento y paz durante más de 50 años. Tampoco hay que ser ingenuo y olvidar que en muchos aspectos Europa continúa siendo una potencia postcolonial y que debería predicar más que con la palabra con el ejemplo, pues todo indica que si Europa tuviera el suficiente poderío militar no hablaría tanto y actuaría más, no en beneficio de la humanidad sino propio (recordemos que, en parte, el mundo es como es por Europa y que EUA, con sus virtudes y defectos, no es más que una desgajo de ésta). Todo país debe estar en guardia para con sus anhelos de predominio sobre el resto y velar por el respeto entre identidades y el trato de igual a igual (recordar siempre lo raro que es estar vivos). En caso de que ambas potencias buscaran pretextos para enfrentarse, el resto de países debieran recordarles que no son más que pretextos para acumular más poder. Si continúan por esta vía, China debería darse cuenta de que, al igual que todas las naciones a lo largo de la Historia han conquistado el trono y lo han perdido, ella no será una excepción, como no lo va a ser EUA. Y que es probable que, quizás, después de un enfrentamiento entre ambas superpotencias, no quede pastel a repartir o usurpar.

En resumen, ¿qué quiere la Humanidad? Si lo que desea es continuar el camino que parece proyectado por la evolución, cooperar es lo inteligente, la única vía. A modo de la Unión europea, proyectos comunes entre países y superpotencias que impidan futuras contiendas se perfilan como uno de los modos de conseguir el objetivo. Proyectos espaciales como la Estación Espacial Internacional, viajes a la Luna y a Marte e instalaciones de bases permanentes, así como otros más ambiciosos, cuyos presupuestos ascienden a cifras astronómicas, se prefiguran como parapetos que ayuden a salvaguardar el enfrentamiento. El deporte es uno de los métodos para infundir espíritu de fraternidad entre las personas. Ha de usarse. Pero, en el fondo, todo depende de la voluntad de los gobiernos, la determinación de los pueblos y el respeto que se instaure entre ellos y entre sus individuos. Que el hombre sea auténtico para que su fuerza revierta limpia en la sociedad.