jueves, abril 03, 2008

Arqueblogía

Los historiadores del futuro sin duda habrán de escarbar en internet para saber qué se cocía en nuestro tiempo. Si de la prehistoria no se hallan documentos escritos (característica que la define, como todos sabemos), de la sociedad de la información se encuentran en extremo (escritos, audios, videos...) cosa que la convertirá en la antítesis de la primera. ¡Cuánto trabajo espera a nuestros descendientes! Los actuales historiadores podrían ir echándoles un cable desde hoy mismo. De los blogs colegirán la cantidad de pensamiento mediático que influía en nuestra sociedad -y época- y por qué otros derroteros navegaban esas nuestras mentes, al margen del dictado social. Interesante instrumento, pues, para medir la auténtica historicidad del sujeto. ¿Qué porcentaje de nuestra persona escapa a tal, si es que lo hace?

Anexo: ¿Por qué buscadores como Google guardan durante años información sobre búsquedas de sus usuarios? Pienso que para robar ideas. Cada una de las búsquedas puede sugerir un mercado sin explotar. Así que ojo con lo que se busca.

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