Sant Jordi, como Navidad u otras festividades a lo largo y ancho del planeta, se ha convertido en una jornada clave para el negocio y el mantenimiento de la sociedad de consumo. De hecho, siempre ha sido así. Se maquilla argumentando que se trata de una tradición. Negocio redondo, como los días de Navidad, porque para quien siente culpa por comprar de forma compulsiva, estos días constituyen una excepción, está –más o menos- bien visto y es lo que toca. (Cabe decir, sin embargo, que tampoco hay nada malo en comprar, siempre y cuando no te acarree algún problema, y que a pocos les provoca sentimiento de culpa).
En El Parcial: Imposible retratar a Chikilicuatre
Localitza dibuixos
Hace 1 año
2 comentarios:
Sobre este tema hay una idea que me gustó y pensamos hacer el año que viene.
Se tratará de ir a la biblioteca y "regalarnos" un libro temporalmente :)
Cientos de libros y uno a escoger especialmente pensando en tu pareja.
Bonito, no?
Saludos
Pues sí. Y al libro le añades una pequeña flor del campo y asunto resuelto.
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