domingo, diciembre 23, 2007

El concepto y el hombre

El hombre no es el único animal que crea conceptos, pero sí el único que tiene consciencia de ellos y los trabaja. Debido a esto descubre que existen otras formas de la realidad en principio ajenas a los sentidos humanos. Estas realidades no son subordinadas a las humanas, sino yuxtapuestas o intrínsecas. Una vez identificadas las nuevas realidades éstas quedan incorporadas al universo humano.

Por ejemplo, el ser humano ignoró durante miles de años que la luz estuviera integrada por otras ondas que no fueran la visible. Entonces nuestro universo se circunscribía al que nuestros cinco sentidos nos dibujaba. Por otro lado, también durante tiempo, no había más lugar en la creación que la Tierra y las esferas celestes con los planetas conocidos del sistema solar incrustados. Ahora bien, merced a la ciencia y a la información, nuestro concepto sobre el universo ha cambiado: se han ampliado sus fronteras tanto en su campo visible (hoy se conocen miles de galaxias) como en el campo de las ondas invisibles, mucho más extenso que el de las visibles. Una ampliación de nuestro conocimiento se ha dado en todas las materias del saber a medida que el hombre ha evolucionado.

Otro ejemplo. Nuestra consciencia indaga en la mente a modo de haz de linterna en una habitación oscura. Tenemos conciencia de aquello que iluminamos, y gracias a estos retazos construimos nuestra mente. Algo similar ocurre con la prensa. Los medios de comunicación informan sobre determinados sucesos que ocurren a diario en todo el mundo. En base a ellos tejemos una idea del mundo pero no la más fidedigna, sino la que podemos gracias a la información de que disponemos (harina de otro costal sería dilucidar si es o no la más acertada). Con la mente ocurre lo mismo que con la imagen del mundo que nos hemos trazado. Nuestra mente capta del exterior una serie de datos con los que construye su hábitat. Pero esta serie de datos no es más que una ínfima parte de los existentes que podrían ser recibidos.

El hombre, sin embargo, construye su hábitat de los datos captados por sus sentidos y de los conceptos construidos gracias a la razón y a esos datos.

La razón es una capacidad mental que nos ayuda a crecer, a descubrir los vericuetos de la existencia. Si observamos cómo ha medrado nuestra conciencia a lo largo de la historia es fácil darse cuenta que ésta ha ido de lo pequeño a lo grande, de una conciencia animal a una racional. ¿Por qué debemos esperar que hayamos tocado techo? ¿Por qué, además, debemos esperar que la razón, por ejemplo, sea la última habilidad superior que tenga el ser vivo que somos para conocer?

Pero, un momento. ¿Todo lo que hemos construido es real? Sin razón, la ciencia no existiría pero tampoco la moral. ¿La teoría de la relatividad continuaría existiendo? Ciertamente no, porque no deja de ser una aproximación, aunque muy buena, a la explicación del modo, si lo hay, por el cual se rige el universo. Pero supongamos que esta teoría siempre funcionara. Entonces, lo lógico sería pensar que al margen de la humanidad y la razón esta teoría existiría de por sí, no sería un mero concepto humano. Sería ley. En cambio no ocurre lo mismo con la moral. Ésta no existiría si la razón no existiera. Es más, da la sensación de que el nacimiento de la una y de la otra vayan parejos. Es más, a miles de Razones miles de Morales. La moral al igual que el sentimiento de culpa no pudieron surgir sin la razón. (Finalmente, una pequeña digresión: ¿Pero hay realmente razón sin ninguna moral? La humanidad no puede ser inteligente, si lo fuera, hace ya tiempo que tendríamos otros quehaceres en lugar de masacrarnos, por ejemplo. Pero es que es posible que fuera al revés y que estemos tratando de recorrer el camino de la moral de lo pequeño a lo grande. A medida que cobramos conciencia de los problemas y poderes ajenos nuestra moral, cualquiera que fuera, se ocupa más de ellos. No obstante, todo esto no deja de ser más que conceptos, sentidos que buscamos a la existencia en un mundo en el que, en principio, comprobamos que se mueve por la ley de causa y efecto.)

PD: En este mundo sólo un gobierno de izquierdas es ético, siempre y cuando el término izquierdas no esté corrompido.

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