jueves, enero 31, 2008

Documentación judicial

Cuando iba a EGB, el profesor de ciencias naturales, que era el director del colegio, nos ponía de deberes una serie de preguntas referidas a todo un temario. En total, unas 20 o 25. Primero las respondíamos entre todos y después teníamos que pasarlas a limpio en unas fichas que luego se suponía que había de corregir el maestro, pero como en teoría estaban bien escritas, pues ya estaban repasadas por todos, el profe tan sólo las compulsaba con el correspondiente visto.

Fiándose en este hecho irrefutable, un compañero de clase solía responder tonterías a alguna de las cuestiones, sobre todo las del medio de la hoja (por aquello de quedar más ocultas). Un día, sin embargo, no sé por qué, el profesor fue a detenerse en su ficha, y halló contestaciones tales como: “Ayer me fui a correr con la bicicleta y a jugar al parque”, a preguntas del tipo: “¿Qué diferencia hay entre seres vivos y seres inertes?”.

En muchos juicios, por lo menos en los que tienen repercusión mediática (ver ejemplo), suelen aparecer en fotografías o fotogramas cajas y cajas con documentación sobre el caso. Me pregunto si estos papeles tan importantísimos (habrá miles y miles de páginas) se los lee alguien o no son más que propaganda sobre la seriedad de la justicia. Me pregunto también si alguno de estos informes lo habrá redactado mi compañero de escuela o alguien como él.

Inglés para todos

Acabo de oír en la COM que en el futuro nadie podrá conseguir un título universitario si no posee cierto nivel de inglés (Ver noticia en El Periódico). Como decía el otro día un profesor universitario, el estudio de inglés hoy día tan sólo responde a una demanda empresarial. Supongo que el nivel requerido se obtendrá a través de la educación gratuita. Y a ver cómo.

La sequía

Desde hace años los medios de comunicación nos bombardean con noticias sobre la alarmante escasez de agua. En España, los particulares gastan un porcentaje ínfimo de agua en comparación con la agricultura y la industria, y sin embargo es al particular al que más se tiende a concienciar, y de paso a culpabilizar, de la supuesta escasez. Pero este problema, según nos cuentan, no sólo es propio de España sino del resto de los países, en especial, de muchos del Tercer Mundo. No dudo de que se haya de cuidar el medio ambiente, pero la falta de agua se debe a la falta de voluntad de erradicarla. Las desalinizadoras, por más que cuesten mucho dinero, son la solución, aquí y en China.

miércoles, enero 30, 2008

Ser médico

Ni el sueldo ni la vocación explican por sí solos que haya tantas personas que ejerzan o quieran ejercer tan loable ciencia y oficio. Para que hoy día un estudiante de medicina se embarque en ese su sueño tiene que existir sin ningún lugar a dudas algo o alguien que le proteja de las continuas denuncias y juicios a las que seguro se tendría que enfrentar a lo largo de su carrera. (Defino algo o alguien: grupo de presión). No olvidemos que este oficio conlleva necesariamente la muerte de clientes.

¡Brindo por estos grupos! Y lo digo sin ningún tipo de ironía. Más, a la luz de informes como del que habla en El País el profesor de Salud Pública de la Universidad de Barcelona Andreu Segura, “Equivocarse es humano”, del Institute of Medicine (publicado, dice, hace ocho años), según el cual, una cosa son los errores y negligencias médicas (“una de las principales causas de defunción en los Estados Unidos”) y otra muy distinta la iatrogenia o la muerte debida “a las consecuencias negativas de las intervenciones sanitarias, en ocasiones inevitables”. Según el estudio al que alude el profesor, por errores médicos o negligencia, o sea, dejadez, desidia, mueren más enfermos en Estados Unidos que de cáncer de mama, sida, accidentes de tráfico y laborales juntos.

Si no existieran estos grupos, si las condenas (recordemos que se habla de errores y negligencia) arreciaran a diestro y siniestro, la profesión médica estaría desierta. El miedo a la denuncia constante haría estragos entre los profesionales(1). Harina de otro costal sería valorar si el remedio (los juicios por incompetencia, la consiguiente estampida de vocaciones y dejar a la enfermedad a su libre arbitrio) sería mejor que la enfermedad (esos índices tan elevados de muerte por la intervención médica).

En el artículo de El País tan sólo se alude a los fallos médicos y a la iatrogenia. No se dice nada de la organización de los centros sanitarios y de la salud pública. Esto es otra historia.

(1) Casualmente, justo después de escribir este texto, leo en El País un artículo sobre el caso Lamela, como se conoce a la acusación que el gobierno autonómico de Madrid presentó contra el equipo de urgencias del Hospital Severo Ochoa por supuestas irregularidades en la sedación de enfermos terminales que acabaron, según dijo el consejero en base a una denuncia anónima, con la muerte de unos 400 pacientes. Según la justicia, de eso nada de nada. Pero en fin, he aquí un caso de cómo una acusación, que no condena, a un grupo de médicos provoca el pánico en el resto(al menos, en Madrid): "Todos los especialistas consultados coinciden en que, tras la denuncia, muchos médicos dejaron de aplicar la sedación terminal y otros cuidados paliativos a enfermos que los necesitan, especialmente en la comunidad de Madrid, por temor a ser cuestionados o incluso denunciados". (Por cierto, el artículo en cuestión no tiene desperdicio en lo que se refiere a la implantación en España de cuidados paliativos a enfermos terminales)

sábado, enero 26, 2008

La democratización de Afganistán

El amigo Bush dijo en su momento buscar el fin del régimen talibán porque daba cobijo a Al-Qaeda, supuesta autora del atentado de todos conocido. Para ello, con el beneplácito de la comunidad internacional y su ayuda, invadió el susodicho país e instauró un sistema político a su medida, capitaneado por Hamid Karzai, quien si no recuerdo mal ya ha superado alguna test electoral. Pues bien, ahora resulta que la pretendida democracia dirigida por karzai ha sentenciado a muerte a un periodista por ejercer su trabajo. Cuando leí el titular, me objeté a mi mismo que no podía ser, que quizás el juicio se había celebrado en la parte afgana controlada por los talibán (es de todos sabido que las fuerzas de la OTAN no acaban -ni parece ser empezaron- de hacerse con el control del país). Pero no, ni mucho menos. Se trata de la zona administrada por el amigo de Occidente. Si Karzai no demuestra su fuerza ahora, apaga y vámonos. ¡Menudo cambio el de Afganistán!

sábado, enero 19, 2008

Negreros y usureros

De nuevo he de referirme a dos noticias publicadas en El País. En una, Jesús García explica cómo un empresario de Mercabarna, Isidro G. M., de nacionalidad española, explotaba como se le antojaba a tres inmigrantes sin documentación. No sé si esta clase de abusos se ha de calificar de excepción o de regla, aunque me incline a pensar por lo segundo a la vista de los casos que a cuentagotas nos muestran los diarios.

Pero ha sido la última parte de la denuncia-información la que me ha soliviantado. A Isidro G.M., el supuesto delincuente, se le ha puesto en libertad con cargos. ¿Que qué le pasará? No mucho, supongo. Incluso a lo mejor ni ha pecado y su conciencia -que se alegará ignorancia- estará bien limpia. Me lo imagino engañándose a sí mismo: “Si todo el mundo lo hace”. Mientras tanto, a los tres inmigrantes se les ha abierto un expediente para expulsarlos del país. Eso sí, no se les ha recluido en un centro de internamiento para extranjeros. ¡Qué buenos somos!

En la otra, A Mars titula: “Trabajo sanciona a La Caixa por falta de prevención de riesgos”. ¡La multa es de 3000 euros! Siento verdadera lástima por esta ONG. ¡Con lo abnegado de su trabajo por el ciudadano! A ellos les debemos el poder comprarnos pisos y a ellos la crucial Obra Social. ¿Qué van a hacer sin estos pingües fondos? Parlem-ne?

Pero no, la ONG no se da por vencida y se defiende con uñas y dientes. ¡Ay!, de su defensa emana su culpabilidad: arguyen que han interpuesto un recurso a la resolución presentada por la consejera de Trabajo, Mar Serna, porque no está claro a quién compete la actuación, si a Inspección de Trabajo de la Generalitat o a la del Estado. Pero no dicen ni mu sobre la veracidad o no de la información que explica el diario (según la cual La Caixa, parlem-ne? se ha negado repetidas veces a entregar a CCOO un documento sobre prevención de riesgos laborales). Luego quien calla otorga.

Y digo yo, por dar ideas a la consejera de turno y a quien competa, en aras de la igualdad, la justicia y la fraternidad, y por joderlos, vaya, ¿no se debería incrementar la multa?, ¿no tienen ellos muchísimos más trabajadores que un colmado, los cuales deberían saber a qué atenerse en caso de riesgos (un atraco, por ejemplo, como señala el/la periodista)? Lo malo es que todos sabemos quién acaba pagando el pato. Aún me cuesta creer que la multa sea sólo de... ¡3000 pírricos euros! Parlem-ne?

martes, enero 15, 2008

¿Hacia Frankenstein?

Hablar de inmortalidad parece que cada día es menos descabellado. Según el diario El País, científicos de la Universidad de Minnesota en EEUU han logrado desarrollar “un primer corazón bioartificial de ratón (…) a partir del esqueleto fibroso de un corazón de cadáver de ratón al que se le inyectaron células madre cardiacas”. Según dice el periódico, que señala que la noticia fue anunciada ayer en la edición digital de la revista Nature Medicine, esto “significa un paso adelante hacia los futuros bancos de órganos bioartificiales para trasplante“. Tal como lo explica el rotativo es fácil que la mente común, la mía, emprenda altos vuelos y sueñe con que en un futuro se puedan resucitar muertos gracias a pioneros experimentos como este.

Pero es que aún hay más. En la misma publicación se indica que se ha creado una levadura que vive el equivalente a ocho siglos humanos. El descubrimiento, que saldrá a la luz según el diario durante este mes en la revista PLOs Genetics, “sienta las bases para prolongar la vida humana”, afirma su autor Valter Longo de la Universidad del Sur de California. Longo explica que la clave está en los genes RAS2 y SCH9, que también existen en los humanos.

“Venga a nosotros tu reino”. ¿Nos suena? ¿Horizontes reales o vanas promesas?

miércoles, enero 02, 2008

Yugo que no cesa

No sé si lo digo para desahogarme o para qué. Hace unos meses que trabajo como maestro de Primaria. Y me toca los cojones. Y me toca los cojones la administración. Desde que llegué. No tienes suficiente con cada uno de tus alumnos, con Conocerlos, con Tratarlos, con Evaluarlos, con resolver sus conflictos (desde pequeñas disputas por una pelota hasta agresiones físicas), con motivarlos, con vigilar que lleguen aseados y almorzados, con tolerar niveles acúsitcos prohibidos por la UE, con hacer de vigilante, secretario, psicólogo, asistente social, programador, diseñador, ¡con construir personas!… No tienes suficiente con tratar con los padres, muchos de los cuales creen que estamos para joder a sus hijos y no se dan cuenta de que todos estamos en el mismo barco. No tienes suficiente con relacionarte con tus compañeros; suerte si te toca un claustro y/o un equipo directivo con el que te lleves bien, sino bienvenido al puto infierno. (Como si un albañil tuviera que ser constructor, arquitecto, aparejador, diseñador, vendedor, lampista, fontanero, pintor, comercial…)

No tienes suficiente. La administración te dicta cómo has de educarlos -como ellos quieren-, de lo contrario lo haces mal (no diferente a como ellos lo quieren). No les basta que existan unos objetivos lógicos para el final de Primaria; se inmiscuyen en todo tu quehacer. ¿Que tienen miedo de que salgan unos pequeños revolucionarios? ¿o unos anarquistas? Tranquilidad, esto no pasará porque ahora hay un nuevo currículum con el que buscan controlar más. Aumentan las horas lectivas de religión, dicho sea de paso. ¿Que no escuchan a los colegios? ¿Que no oyen como se les dice que se debe educar en función de los alumnos?

No les oigo decir la faena que deben hacer los maestros en sus mal llamadas vacaciones (y no quiero oír nada del rollo vocacional, eufemismo o moralina con el que se pretende ocultar la explotación) y en su horario extraescolar (claro, como todo el mundo nos ve salir a las cinco). No hablan de desconexión, no. Eso sí, maquillaje tipo suficiente o insuficiente que se vea a todo trapo en la prensa. Lástima que para muchos lo que dicta la Generalitat sea lo que la Biblia para el cristiano: fe, sin preguntas.

En secundaria, tres cuartos. Quieren premiar a los colegios con mejores resultados. Y digo yo, ¿no serán los que ahora ya poseen mejores recursos los que serán premiados? ¿los de los ricos, vaya? Claro, así el pastel se hereda con más facilidad y justicia.

Si no fuera porque, si tienes suerte y no te toca un grupo difícil (otro eufemismo que esconde expresiones desde "vigila, que no se esfuerzan" -lo más suave- hasta "vigila, que tu vida se puede convertir en un Infierno"), algunos de tus alumnos te pagan de vez en cuando con franco agradecimiento...

De todas formas, no sé si la administración conseguirá una plantilla estable con el agobio que recibimos los recién llegados. Ya avanzo que me hará falta muy poco para abandonar este barco. Lo único que por el momento me retiene es lo dicho en el párrafo anterior. Todo cambiaría si mi sensación fuera que la administración nos saludase con un bienvenido y no con la falta de confianza que nos muestran sólo entrar. Nunca había visto algo similar en otros puestos de trabajo (y he recorrido unos cuantos).

Por cierto, no haré nada de lo que me han pedido que haga para poder seguir dando clases (me han pedido un curso, un seguimiento de algún alumno conflictivo y diversos aspectos de evaluación sobre mi trabajo que inspeccionará la inspectora de turno). Prefiero ser mileurista, aunque el de maestro poco pasa de los mil euros -1.500 de media he cobrado yo hasta la fecha- que tener que trabajar así. Miento, sí haré el curso. Nada más porque en él he podido contrastar mis opiniones con las de otros interinos. Para haberlo visto: ¡más que un curso, el primer día pareció terapia de grupo!